Zubbles: pompas de colorines
La revista Popular Science tiene un artículo estupendo acerca de cómo perder el tiempo pompas de colores. El inventor y tío loco, Tim Kehoe, ha empleado once años en investigar cómo hacer pompas cuyo tinte desaparezca después de estallar. La cosa empezó cuando tuvo la idea de hacer pompas tintadas y el resultado no fue del todo agradecido por los padres, que veían como sus hijos, sus camisas, sus coches y hasta el perro quedaban completamente coloreados cuando las esferas de agua y jabón se rompían contra cualquier superficie, dejando el colorante detrás. Cuando tras las primeras pruebas los niños quedaban cubiertos de pies a cabeza en pintura azul y rosa, por no hablar de la moqueta del salón, ante las horrorizadas caras de madres y padres, Kehoe aprendió la lección: “no puedes salir al mercado con un producto que manche tanto, aunque sea lavable”, dice, “la gente se disgusta”. No me digas, Tim, tú sí que sabes. El caso es que se asoció con un químico y cientos de experimentos más tarde, construyeron una “molécula a partir de una estructura base inestable llamada anillo de lactone”. Pues muy bien, y a mí qué tu primo. Lo único que me importa es que estas Zubbles, que es como las han bautizado, estarán disponibles en tiendas este mismo enero y, no sólo eso, sino que Kehoe está también trabajando en emplear la moleculita de marras para otros usos, como tinte para el pelo que desaparece, jabón de colorines, pasta de dientes e incluso pintura para paredes temporal. Dentro de poco podremos vivir en un país multicolor, como la Abeja Maya.
The 11-Year Quest to Create Disappearing Colored Bubbles [Popular Science]
[¡Gracias Joshua! –y ahora súbete a comer el goyur]