Según revelan en Reuters, el fabricante de equipamiento de telecomunicaciones chino ZTE, está próximo a alcanzar un acuerdo para declararse culpable de los cargos que se le imputan en Estados Unidos.
ZTE ha sido acusado de vender tecnología estadounidense a Irán, una medida que viola las leyes del gigante norteamericano, que restringen la importación de tecnología al país persa.
La compañía china desea acabar con el proceso legal y ha optado por declararse culpable y abonar las multas millonarias que le sean impuestas.
Por suerte para ZTE, las autoridades estadounidenses le han otorgado una licencia temporal, vigente hasta el 29 de marzo, que le permite hacer negocios en el país mientras coopere con la investigación.
En cualquier caso, alargar el caso demasiado no es nada bueno para su imagen en Estados Unidos, ya que la confianza de las empresas en ZTE se ha visto dañada en los últimos tiempos, y cuanto antes pueda empezar a restaurarla, será mejor para sus intereses.
Por otra parte, hay que recordar que el pasado enero la compañía asiática anunció que se desprendería de 3.000 puestos de trabajo, una cantidad equivalente al 5 por ciento de su plantilla actual, que llega a los 60.000 empleados.
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