La lista de vehículos, aviones, helicópteros, robots y demás cachivaches que podemos dirigir desde nuestro iPhone u otro smartphone de última generación es ya bastante grande, pero pocas cosicas tan requetepequeñas y divertidas como este cochecito controlado vía Bluetooth. ¿Quién no ha jugado alguna vez con el típico videojuego de micromachines? Pues ahora tú mismo podrás recrear uno de esos especiales y espectaculares circuitos con todo lo que tengas a mano (material de oficina, cosas de la cocina, cajas, etc.)
ZenWheels R/C Microcar promete buenas dosis de diversión, y si conseguimos dos unidades de estos veloces micros bólidos las carreras que podemos disputar con los amigos serán seguro recordadas durante mucho tiempo. El pack incluye 10 conos naranjas (los de tráfico de toda la vida) para que empieces a practicar con obstáculos y una pequeña (pido perdón por la reiteración en el calificativo) “puerta” de cronometraje para que no sea necesaria la intervención de un segundo coche, y podamos motivarnos nosotros solos en la lucha contra el crono. Los ZenWheels están a la venta solo en color plata y blanco, pero se me ocurre que con un poco de pericia (y una buena lupa) pintarlos y decorarlos un poco puede dar resultados espectaculares.
A estos cochecitos no les falta detalle. Desde la consola de control disponible en nuestro iPhone podremos no solo dirigir el vehículo (con un volante virtual), sino también aplicar la potencia a nuestro gusto, encender alternativamente ambos intermitentes (o los dos a la vez), conectar las luces de cruce, tocar el claxon y hasta activar una iluminación tipo neón de lo más llamativa. ¡Ah, y además disponemos de una sirena de lo más estridente para que nos habrán paso por la “carretera”! Antes claro, deberemos descargar la aplicación gratuita para iOS que nos permitirá controlar todo lo antes detallado.
El pequeño (perdón, otra vez) vehículo podrá ser controlado desde cualquier iPhone, iPod o iPad a través de Bluetooth, y por cada 30-40 minutos de carga (vía USB) podremos disfrutar durante 20 minutos conduciendo a lo loco por los circuitos más inverosímiles que se nos ocurra diseñar (es preferible escoger suelos bien lisos, y evitar superficies tipo moquetas o alfombras que puedan entorpecer la marcha del coche, ¡Qué tampoco es un derroche de potencia!) ─ [Craziestgadgets]
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