Zarpar o naufragar: la batalla entre navegadores se recrudece
Por suerte para los usuarios en general, que han ganado libertad de pleno derecho a elegir, y para los desarrolladores en particular, que se libran del caos de estándares soportados y no soportados, el mercado de los navegadores ha madurado. Las batallas sin cuartel libradas entre un incombustible Internet Explorer y un extinto Netscape Navigator a finales de los años 90 suenan a gran parte de los internautas actuales a lección de prehistoria, y el dominio alcanzado en su día por el explorador de Microsoft va perdiendo con el paso de los años (y los meses) la categoría de monopolio. Si en 2003 su porcentaje de implantación llegó a rozar prácticamente el 95%, a día de hoy se tiene que conformar con una cuota inferior al 50%.
¿Qué ha pasado? En primer lugar, la fundación sin ánimo de lucro Mozilla introdujo su propio navegador con el que impulsar la creación de una web más abierta, y al que tras varios traspiés acabó bautizando como Firefox. Parte de su éxito se debe al albedrío para instalar extensiones con las que tunear el funcionamiento del producto, además de ser pionero en la navegación con pestañas, y otra a la apasionada comunidad de programación y desarrollo que ha creado a su alrededor. Cinco años después, una ya popular de por sí Google se dispuso a mejorar la seguridad, velocidad y estabilidad de los navegadores existentes con Chrome, a lo que recientemente ha añadido un cuarto término: sincronización. Y entre ambas han conseguido igualar la contienda.
Tanto que Google Chrome ha tomado prestada la corona de navegador favorito a nivel mundial en más de una, y de dos ocasiones, durante los últimos tiempos. El domingo 18 de marzo y por primera vez en su historia, el 32,7% de los usuarios se decantó por él frente a otro 32,5% de internautas que siguió utilizando Internet Explorer pese a no ser jornada laborable. La proeza se ha repetido durante todos los fines de semana siguientes hasta abarcar dos días completos, del 5 al 6 de mayo, con una ventaja máxima de casi 3 puntos (33,4% vs 30,61%). Y ha culminado con un polémico reinado de toda una semana y porcentajes respectivos del 32,76% y del 31,94%, entre el 14 y el 20 de mayo.
Consultoras como Net Applications y StatCounter han tenido que revisar su tecnología de análisis para discriminar la porción de tráfico extra procedente del sistema de prerrenderizado de Chrome. Y es que desde la versión decimotercera este browser carga una serie de páginas en segundo plano que asume van a ser visitadas y de hecho cuenta como visibles. Aunque más allá de este tipo de triquiñuelas, la sensación generalizada y la evolución palmaria apuntan a un continuo declive de IE. Junto a Firefox y Chrome, otros dos rivales que intentan hacerse un hueco son el Safari de Apple, luchando desde 2003 y el Opera de Opera Software, en liza desde 1996.
Otra controversia se refiere a la denuncia pública de Mozilla sobre una supuesta maquinación de Microsoft para limitar la elección de los usuarios en un cada vez más inminente Windows 8 y perjudicar a los navegadores de terceros en aquellos dispositivos que utilicen arquitectura de procesador de ARM Holdings. ¿Cómo? Permitiendo el uso exclusivo de Internet Explorer 10 en esta plataforma, en lo que sus rivales califican como retorno a las edades oscuras del entorno digital cuando solamente existía un navegador en Windows. ¿Por qué? Según ha explicado la compañía dirigida por Steve Ballmer, para asegurar los requisitos de seguridad y de administración de energía intrínsecos a los chips móviles respecto a los x86.
El móvil, un terreno por afianzar
Es evidente que la próxima gran guerra entre navegadores, como ya está ocurriendo entre fabricantes de dispositivos, aplicaciones y chipsets, se va a librar en el terreno de los smartphones y las tabletas.
En este campo el browser instalado por defecto en los terminales con sistema operativo Android y la versión móvil de Safari, presente por defecto en millones de iPhone y iPad, están plantando cara a un Opera Mini que en los últimos recuentos ha visto perder su tradicional liderato. Chrome y Mozilla se han introducido en el mundo de la movilidad con sus ediciones personalizadas para el sistema del androide verde, el primero guarda en la recámara una copia para iOS y el segundo cuenta con una plataforma móvil bautizada como Boot to Gecko. Nokia y BlackBerry luchan por salir a flote, con una participación todavía respetable de entorno al 10% y el 6%. E Internet Explorer intenta meter la cabeza con su última gama de teléfonos Windows Phone.
Y eso no es todo, ni mucho menos. Yahoo! acaba de sorprender con el debut de su propio navegador para iPhone y iPad, que también funciona como extensión para Chrome, Firefox, Internet Explorer y Safari en el ámbito de los ordenadores de sobremesa: Axis. Funciona enteramente en HTML 5, tiene rasgos de buscador y está destinado a reemplazar a Safari. Mientras que Facebook se ha sumado a la fiesta pretendiendo a Opera Software con un suculento fajo de billetes. Ésta podría ser una gran oportunidad para ambas compañías a la hora de afianzar su presencia, sobre todo ahora que la red social necesita probar la rentabilidad de su modelo de negocio y ultima la fabricación de un smartphone con la ayuda de ex-ingenieros de Apple.
La lucha está abierta y, a día de hoy, todo puede ocurrir.