Youtubers, MCNs y pantallas: radiografía del futuro del audiovisual
Los youtubers son el centro de una revolución en el consumo y producción de contenidos audiovisuales de la que todos quieren sacar tajada.
Hace solo diez años, YouTube estaba dando sus primeros pasitos. Los primeros de verdad, ya que Steve Chen, Chad Hurley y Jawad Karim registraron el dominio Youtube.com el 16 de febrero de 2005. Ahora, con más de 1.000 millones de usuarios mensuales en todo el mundo y más de 300 horas de vídeo subidas cada minuto, nadie duda de su importancia y de cómo ha cambiado las cosas. Pero ¿hasta dónde llega esa revolución? Uno de sus mejores exponentes es el de la aparición de una nueva profesión: los youtubers.
Poco a poco la idea de que este fenómeno está formado por jóvenes que se están haciendo ricos jugando a videojuegos y subiendo sus partidas a la plataforma va cambiando. Son jóvenes, sin duda, ya que de los más exitosos pocos llegan a la treintena, pero la parte de cuánto dinero hacen realmente y la de que todo lo que hacen es jugar es algo menos cierta. Conseguir los diez millones de suscriptores que tiene elrubius, uno de los Youtubers españoles más populares, no es precisamente sencillo. Y hablamos de diez millones en uno de sus canales: tiene más, con lo que el número total de suscriptores es mayor.
¿De dónde vienen los ingresos? Todo empieza con la publicidad que se introduce en los canales al convertirse en Youtube Partner, para lo que solo se exige tener los derechos de propiedad del contenido que se sube, pero después la cosa va más allá. Dependiendo del youtuber y de cómo quiera gestionar su negocio, puede introducir publicidad más directa en sus vídeos, llegar a acuerdos con marcas e incluso conseguir algún trabajo extra paralelo gracias a su éxito en la plataforma.
Millones de suscriptores y de reproducciones, pero ¿quién está al otro lado? Es decir, ¿quiénes son esas personas que se suscriben a los canales y ven religiosamente los vídeos? Al igual que los creadores, los espectadores son también jóvenes que han crecido ya con Internet y que de alguna forma rechazan el modelo televisivo tradicional. Los horarios, la poca oferta y diversidad, no poder disfrutar de los contenidos en cualquier lugar…
Hay muchos creadores de contenidos y muchísimos más espectadores, una audiencia muy superior a la que consiguen los contenidos en televisión, y poco a poco los anunciantes se van dando cuenta. Y, como pasa siempre que aparece un nuevo sector emergente con mucho potencial a la hora de hacer dinero, alrededor de los youtubers han empezado a nacer otras figuras que buscan ofrecer apoyo y medios, profesionalizar el sector y, por supuesto, llevarse parte del pastel.