La idea de YouTube es la poder ser accedido por usuarios en Internet, pero también la de que esos mismos usuarios puedan descargar contenidos de forma que los puedan reproducir posteriormente sin estar necesariamente conectados a Internet.
Para ello los responsables del servicio han comenzado a negociar acuerdos de colaboración con instituciones y productoras de contenidos para poder acceder a la descarga de contenidos no solo gratuitos -como ya había sido patente desde hace algunas semanas- sino también contenidos de calidad comerciales, que se pagarán a través de Google Checkout.
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