Si hablamos de la combinación de ecosistema móvil y panorama de seguridad, el sistema operativo que va a salir perdiendo es el Android de Google.
Según cálculos de Kaspersky Lab, el número de aplicaciones maliciosas para Android se elevaba en enero de este mismo año a un total de 10 millones.
Parece que la mayoría de ellas se valdría de mercados no oficiales para hacer efectiva su incursión si tenemos en cuenta que Google Play da vida en estos momentos a una colección de poco más de 1.100.000 apps. Es por eso que se aconseja evitar ese tipo de app stores menos controladas.
¿Y a qué se dedican, una vez instaladas? Principalmente a intentar hacerse con los datos financieros del dueño del dispositivo infectado y a sangrar sus bolsillos sin piedad alguna.
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