El actor porno James Deen ostenta el honor de convertirse en el primero en emplear las gafas inteligentes GoogleGlass para rodar una escena porno. El actor, que se confiesa un enamorado de todos los artilugios electrónicos, no ha podido evitar la tentación de colocarse las GoogleGlass y darle las instrucciones oportunas, a saber: “Ok, glass, record a video” y a continuación, llevando unas gafas inteligentes él y otras su partenaire, ambos han procedido a lo habitual en este tipo de cine mientras todo quedaba convenientemente inmortalizado.
Esto abre paso a un nuevo género de entretenimiento adulto que podríamos denominar GlassPorn, en el que la subjetividad de la toma aumentaría con respecto a lo ya habitual en algunas grabaciones del género gonzo, término popularizado en el porno pero que procede de la contracultura de los 60 cuando el periodista Hunter S. Thompson (“Miedo y asco en Las Vegas”) se convirtió con sus reportajes en cronista al tiempo que protagonista de lo que relataba.
Por su parte el actor porno James Deen confiesa que no tardó más de dos días desde que tuvo a su disposición unas GoogleGlass en ponerse manos a la obra con su compañera Andy San Dimas, alabando las ventajas del dispositivo ya que hasta el momento planos como los que ahora pueden obtenerse precisaban de cámaras de mayor tamaño y peso.
Lo cierto es que en sus condiciones de uso para programadores Google prohibe expresamente que se desarrollen aplicaciones para GoogleGlass que contengan material para adultos, pero no está prohibido grabar o reproducir contenido para adultos con ellas, y ese es el resquicio por el que se ha colado Deen. Como obstáculos ahora se encuentran tan solo los dos más imaginables al pensar en que llevas puestas unas gafas inteligentes que graban lo que sucede ante ti mientras mantienes relaciones sexuales: el dispositivo se calienta mucho (como al parecer sucede siempre que realiza una grabación de gran duración) y pueden llegar a caerse en el fragor de la batalla.
En el trailer que puedes ver aquí observarás cómo se ha jugado con las posibilidades que podrían llegar a ofrecer las GoogleGlass, como el reconocimiento facial que nos informa de la identidad del actor así como sus estadísticas amatorias más pertinentes, así como las posibles (e indeseadas) interrupciones provocadas por la información contextual que las gafas inteligentes van ofreciendo sobre lo que entra en su campo de visión.
Como curiosidad el vídeo nos permite aventurar un posible problema que pueden experimentar algunos usuarios: acostumbrarse a mirar la pantalla sin guiñar el otro ojo.
vINQulo
Motherboard
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