Para comenzar a usar las Google Glass sus usuarios tienen primero que registrarlas y aceptar una serie de términos y condiciones, todo ello a partir de esta página abierta a todo el mundo, aunque requiere que en un momento escaneemos un código QR con las gafas para sincronizarlas con la cuenta y luego también con tu conexión Wi-Fi.
Sí, porque el interfaz de Google Glass en muchas ocasiones no permite tantas posibilidades como las de un smartphone, por lo que resulta más fácil interactuar con una página web que enlaza luego con las gafas a base de códigos QR o la transmisión directa de datos por la red una vez sincronizadas.
Por otro lado tenemos MyGlass, una aplicación imprescindible para que las gafas puedan realizar todas esas tareas que nos prometían en los vídeos, ya que no disponen de conexión 3G ni GPS, por lo que utilizan Bluetooth y Wi-Fi para obtener estos datos a partir del smartphone y esta aplicación.
Aunque las gafas en sí son compatibles con cualquier smartphone con Bluetooth, el máximo provecho sólo se obtendrá con aquellos que tengan Android ICS. Posiblemente durante estas semanas ya empecemos a ver vídeos de gente real usándolas.
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