Todavía con la OPA de Orange a Jazztel en curso, el sector ha recibido la noticia del supuesto interés del grupo británico Virgin en la adquisición de Yoigo.
No es la primera vez que la compañía se apunta en diferentes ‘quinielas’. TeliaSonera, accionista mayoritario de Yoigo, ya ha reconocido en alguna ocasión que quiere salir de España, por lo que es normal que a la compañía le salgan muchas ‘novias’.
En cualquier caso, aunque Yoigo tenga colgado el cartel ‘se vende’ y a pesar de los frecuentes rumores publicados, la operadora asegura que no están buscando comprador. “Cualquier compañía en manos de accionistas es susceptible de ser vendida en cualquier momento, no sólo Yoigo. Lo que podemos asegurar es que no hay un proceso de búsqueda activa de un comprador por parte de nuestros accionistas; por supuesto, respetamos cualquier decisión que puedan tomar en el futuro. Nuestra tarea es seguir trabajando como lo hemos hecho desde nuestro lanzamiento en 2006, haciendo las cosas bien y compitiendo independientemente de los rumores que pueda haber”, afirma Eduardo Taulet, CEO de Yoigo.
Y lo cierto es que no lo está haciendo mal. Según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la operadora contaba en febrero de 2015 con 3.410.872 usuarios, prácticamente los mismos que un año antes, puesto que sólo ha reducido su cartera en 55.012 clientes. Y esto, en un contexto en el que todos los ‘players’ del mercado están perdiendo cuota, es todo un triunfo. Por ejemplo, Movistar registró en el mismo periodo una sangría de caso 850.000 suscriptores, mientras que Vodafone ha perdido casi 460.000 clientes y Orange se dejó por el camino más de 140.000 usuarios.
La cuota de mercado de Yoigo apenas se desgastó en 1,6 puntos porcentuales, pasando a controlar el 6,76% de las líneas móviles en España. El resto de la tarta se reparte entre Movistar (31,59%), Orange (22,92%), Vodafone (22,22%) y OMV (16,51%). Cabe señalar que Orange adelantó a Vodafone en cuota de mercado el pasado mes de julio, situándose como segundo operador en cuanto al número de clientes.
En cuanto a sus resultados económicos, encontramos datos contrapuestos. Por un lado, Yoigo presentó en el primer trimestre de 2015 una facturación de 197 millones de euros, un 7% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Sin embargo, pese a esta reducción de los ingresos, la empresa obtuvo un beneficio bruto de 10 millones, frente a las pérdidas de 9,5 millones que registraba un año antes. “El aumento continuo de ingresos obtenidos a través de datos no han compensado la caída de ingresos de voz y mensajería”, declaraba TeliaSonera en su informe trimestral. Además, remarcaba la erosión de los precios en el mercado español como factor determinante en el rendimiento de Yoigo.
Como decíamos anteriormente, no es la primera vez que se habla de un posible cambio de propietario de Yoigo. Sin embargo, hay algunos factores que podrían hacer que la opción de Virgin fuera la definitiva. En abril de 2013, TeliaSonera descartó la venta a Vodafone u Orange por la falta de acuerdo en el precio de la transacción. Además, dichas ofertas incluían condiciones que contemplaban una rebaja en el precio de la compra si las autoridades regulatorias españolas o europeas obligaban a devolver frecuencias radioeléctricas o fijaban condiciones más favorables para los OMV.
Más tarde se habló de un posible interés por parte de Vodafone y Orange, con el objetivo de consolidarse como segundo operador del mercado. La compañía que hubiese adquirido Yoigo se habría situado con una cuota de mercado en torno al 30%, amenazando muy seriamente el liderazgo de Movistar.
Por otro lado, circuló la opción de la compra por parte de Jazztel, conformando un grupo con más de 6 millones de líneas móviles y 3 millones de clientes de telefonía fija y banda ancha, capaz de ofrecer paquetes convergentes –fijo, banda ancha, móvil e incluso televisión- como los ofertados por Movistar, Vodafone u Orange.
Sin embargo, todas estas operaciones presentaban obstáculos. En el caso de la adquisición de Orange o Vodafone, suponía consolidar dos grandes jugadores en el mercado español, con cierta distancia respecto al siguiente ‘player’ y muy lejos de cualquiera de los OMV. Y si era comprada por Jazztel, había que resolver asuntos como los compromisos adquiridos por Yoigo con Movistar para explotar su red de fibra óptica y ADSL.
La compra por parte de Virgin abre un escenario diferente. En primer lugar, supondría la entrada en el mercado español de un actor importante, con cuatro operadores potentes en liza. De hecho, los reguladores verían con buenos ojos una operación de estas características, que introduciría una mayor competencia en el mercado, mientras que la compra por parte de uno de los operadores ya establecidos caminaría en el sentido opuesto. Así, el CEO de Yoigo opina que “lógicamente, si es un operador local el interesado en Yoigo, lo tendría más difícil por la regulación que existe”.
Por otro lado, el grupo de Richard Branson podría aportar el ‘músculo financiero’ necesario para optar a la adquisición de los activos de fibra óptica de los que tendrá que desprenderse Orange-Jazztel para materializar la operación de compra. “Yoigo es parte interesada en el proceso, tal como hemos expuesto en Bruselas, declarando nuestro máximo interés en seguir manteniendo nuestra competitividad. Además, para preservar los equilibrios en el mercado español tiene que haber un cuarto operador convergente, que actualmente no existe. Nosotros tenemos red móvil propia y, si compramos esos activos, podríamos asumir esa posición de cuarto operador convergente”, declara Taulet.
Acerca del presente y futuro del sector, Taulet habla de la convergencia ‘fijo-banda ancha-móvil’, del crecimiento del volumen del internet móvil por la penetración de los smartphones y del marco de competencia en nuestro mercado.
“Según la CNMC, hay en España en torno a 8 millones de paquetes convergentes contratados, frente a algo más de 12 millones de conexiones de banda ancha y unas 51 millones de líneas móviles. Estos datos nos dicen dos cosas: primero, que la mayor parte del mercado sigue estando en las líneas móviles; y lo segundo, que ni siquiera todos los clientes que tienen contratada su conexión de banda ancha y su línea móvil quieren hacerlo en el mismo paquete o en la misma compañía. La convergencia aporta sencillez al juntarlo todo en una misma factura, pero por encima de esa supuesta sencillez, los clientes valoran más la calidad en el servicio y el precio que pagan por él”, anota.
En cuanto a la penetración de los teléfonos inteligentes, el CEO de Yoido destaca que el 81% de sus clientes cuenta con este tipo de dispositivos, “lo que conlleva, a su vez, que cada día demanden más datos que voz”. Y las compañías tendrán que responder a esta demanda. Por ejemplo, Yoigo ha lanzado recientemente la ‘Tarifa Sinfín’”, que ofrece llamadas infinitas y 20 gigas de internet por 29 euros al mes.
Finalmente, respecto a la competencia en nuestro país, apunta que “con las recientes consolidaciones, para que tengan el visto bueno de Bruselas, el mercado español tiene que seguir con la misma competencia que antes. Por esto Yoigo está muy interesada en conseguir los ‘remedios’ de la operación Orange-Jazztel y así poder competir como el cuarto operador convergente en las mismas condiciones que los otros operadores”. Así, remarca que nuestro mercado “tiene una tendencia clara para este año 2015: la convergencia”, a la par que afirma que “esta evolución se lleva viendo desde hace tiempo y ya en 2014 comenzó a consolidarse”. En su opinión, “estas operaciones corporativas de convergencia no son favorables para fomentar la competencia, pues es indiscutible que en un mercado con cuatro operadores hay más competencia que en un mercado de tres, por lo que se desfavorece al cliente.
Ante este escenario, realza la importancia de su compañía para garantizar la competencia en el sector. “Desde sus inicios, Yoigo ha sido una parte muy importante en la bajada de precios de la telefonía móvil, capitaneando la guerra de precios desde hace 8 años, algo que parecía imposible en un mercado en el que sólo había tres operadores. Sería fundamental que, en un futuro próximo, para preservar los equilibrios en el mercado español, hubiera un cuarto operador convergente que actualmente no existe. Y Yoigo es el mejor candidato para ello, teniendo ya su propia red móvil”, asegura.
Asimismo, el CEO de la empresa remarca otras fortalezas como su agilidad. “Con tan sólo 100 empleados y 4 millones de clientes, somos capaces de poner en el mercado productos innovadores en muy poquito tiempo. Hemos introducido la sencillez en las tarifas y nos han copiado. Hemos introducido planes de financiación de terminales y nos han copiado. De momento no nos han copiado la ‘Sinfín’”, comenta Taulet.
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