Xiaomi valora comprar Saab para llegar con marca propia al mercado del automóvil eléctrico

Xiaomi está preparando su llegada a la automoción eléctrica y podría conseguirlo adquiriendo Saab.

El pasado año Xiaomi anunció una importante inversión, 10.000 millones de dólares, destinada a desarrollar una división dedicada a la automoción eléctrica. Ahora, y según la agencia de noticias Reuters, la empresa china estaría negociando la adquisición de la histórica marca sueca Saab, propiedad en la actualidad del conglomerado chino Evergrande Group.

Evergrande atraviesa en la actualidad una situación complicada, con diversos procedimientos judiciales en marcha y deudas acumuladas por valor de más de 100.000 millones de euros, por lo que podría ser factible hacer caja vendiéndole Saab a Xiaomi, dado que además desde que la adquirió tampoco ha logrado convertirla en un negocio viable.

Para Xiaomi sería una operación muy interesante por el ahorro en los costes de desarrollo de una plataforma de investigación, desarrollo y fabricación de automóviles. La experiencia y las instalaciones de la marca pasarían a estar bajo su dominio y avanzaría plazos en todo lo que en el desarrollo y fabricación de un automóvil es ajeno al motor. Esto sería, junto con las baterías, la parte que le quedaría desarrollar, más allá de la necesaria adaptación derivada de la transición entre vehículos de combustión interna y propulsados por energía eléctrica.

De Suecia a China

No obstante parece poco probable que, de materializarse esta adquisición, ello signifique que por la calles vuelvan a circular automóviles con la marca Saab pero esta vez impulsados por electricidad. Si la operación se cierra parece más probable que la marca Saab desaparezca y Xiaomi fabrique sus propios automóviles eléctricos bien bajo su propia marca o, en todo caso, bajo otra nueva marca que defina específicamente la naturaleza eléctrica de sus automóviles.

Sería este último un movimiento similar a lo que sucede con otra marca sueca de automóviles Volvo, que tras sed adquirida por la empresa china Geely mantiene una marca distintiva para los vehículos eléctricos (Polestar) que con el tiempo puede quedar comercialmente desligada de Volvo.