Según la revista T3, el Dragonfly de Wow Wee, los mismos fabricantes del Robosapien, es muy divertido y fácil de manejar. Según yo, este robot volador con apariencia y comportamiento de libélula gigante del cretáceo me acojona da un miedo absurdo e incontrolable, aunque se pilote por radiocontrol y no tenga lanzallamas. No sé si es la forma en la que se mueve o el ruido que hace, pero a mí, los bichos voladores gigantes, ni de plástico.