Woodford sobre Olympus: “Esto aún tiene que salpicar a otros individuos y otras organizaciones”
Michael Woodford era el CEO de Olympus, hasta que la compañía lo despidió alegando que no comprendía la cultura japonesa y como se gestionaba la empresa. En realidad, ese no era más que el primer capítulo de un culebrón que ha acabado con Olympus por los suelos en bolsa, dos investigaciones paralelas de dos organismos reguladores de mercado y la confesión por parte de la compañía de que había maquillado sus cuentas. Woodford había acusado a la empresa de mantener cuentas opacas y esa había sido la causa de su salida de la firma.
El directivo saliente (que es CEO pero aún sigue siendo director de la Olympus Corporation) no descarta su vuelta a la firma, con la que aún le unen contratos. “Volver a Olympus no es lo más atractivo que se puede hacer, pero mi mayor preocupación son los empleados“, explica en una entrevista bastante extensa con el diario económico Cinco Días en su casa de Londres. El directivo considera que su vuelta será una de las pocas cosas que volverían a dar confianza a los inversores en las acciones de la compañía.
Woodford no sólo analiza el futuro de la firma, sino también las increíbles condiciones en las que tuvo que dejar su puesto. “Salí huyendo de Japón porque temía por mi seguridad”, asegura. El directivo ahora no puede asistir a las reuniones del consejo, aunque está invitado, porque las invitaciones llegan demasiado tarde y porque la empresa se niega a permitirle la asistencia por telepresencia.
El directivo también adelanta que aún queda mucho por tirar en la madeja de Olympus. “Esto aún tiene que salpicar a otros individuos y otras organizaciones”, explica a Cinco Días. Preguntado sobre la posible implicación de la yakuza, Woodford no confirma ni desmiente que sospeche de la mafia japonesa. “Estamos hablando de grandes cantidades de dinero. Si llevas a cabo cuentas falsas estás utilizando mecanismos ilegales”, explica.