Windows necesita un cambio de aires

La reflexión es evidente: el sistema operativo monolítico de Microsoft ha sufrido cambios muy importantes en los últimos años, pero en su intento de satisfacer las necesidades de millones de usuarios y de tratar de mantener una compatibilidad relativa con aplicaciones y estándares ya antiguos se ha acabado por tener un sistema operativo demasiado complejo. Los analistas lo recibieron con frialdad el año pasado, y los usuarios y empresas siguen sin parecer convencidos de su validez en el mercado.

Eso ha hecho pensar en Windows 7 como una opción esperanzadora ahora que Windows XP se nos jubila, pero lo cierto es que todos los indicios apuntan a que Windows 7 será un Windows Vista modificado para adoptar las nuevas tecnologías pero que en esencia no se diferenciará demasiado del actual sistema operativo de Microsoft. Ya hay proyectos en marcha en la división Microsoft Research que tratan de rediseñar Windows desde la base: Singularity es el más importante, pero lamentablemente  no lo veremos de forma pública: su desarrollador jefe admite que este proyecto nunca será el próximo Windows, y que se trata, más bien, de un “concept car”.

vINQulos

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