Windows 7… Todos sus secretos y en imágenes

La RC1 (Release Candidate 1) de Windows 7 está ya disponible de forma oficial. A priori, esta versión será prácticamente igual a la definitiva, que llegará al mercado a finales de año.
Windows 7 RC1 Edición Integral estará disponible en versiones 32 bits y 64 bits, con una descarga compatible con más de un navegador. Además de desde Internet Explorer, también podrá descargarse desde otros navegadores web (Microsoft utiliza por tanto un modulo escrito en Java).
El usuario recibirá una clave, que permitirá el uso del SO hasta el 1 de junio de 2010, aunque la versión disponible no contará con todas las aplicaciones de la versión final.
Silicon News analiza los puntos clave del nuevo SO de Redmond, que aparecerá en varios pantallazos que se incluirán a lo largo de este reportaje. A este efecto, Windows 7 ha sido instalado en WMware Workstation. La máquina virtual cuenta con la potencia de un Core 2 Duo T8300, que trabaja a una frecuencia de 2,4 GHz y de un Giga de memoria.

La instalación del SO, quizás un poco larga, es fácil y requiere pocas acciones por parte de su usuario. Bajo esta premisa, Windows 7 es tan bueno como su predecesor, Windows Vista. Además, en la página oficial de descarga, existen instrucciones de instalación precisas.


Primera buena noticia: los controladores de WMware concebidos para Windows Vista funcionan perfectamente con Windows 7. La proximidad entre los dos SO facilita evidentemente esta compatibilidad, que se encontrará también en el dominio de las aplicaciones.
Es de destacar que ATI y Nvidia ya proponen controladores compatibles con este SO.
Windows 7 requiere un procesador con frecuencia de 1GHz, 1GB de RAM (2 GB para la versión de 64 bits), 16 GB de espacio en disco (20 GB para la versión de 64 bits) y una tarjeta gráfica compatible DirectX 9. Esto está relativamente cercano a los recursos mínimos necesarios para ejecutar Windows Vista.

En la práctica, la instalación ocupa 6,15 Gb de espacio en disco. El SO es ligeramente más rápido que Windows Vista, pero la diferencia no es particularmente importante. El sistema operativo consume de todas las maneras menos memoria. De hecho, parte en igualdad con Vista, pero unos minutos después del inicio libera los recursos no utilizados (poniendo, por ejemplo, en modo hibernación los servicios inactivos).
La carga de la memoria vacía acaba por establecerse cerca de los 280 Mb. Es más bien correcto, incluso si XP funciona mejor en este dominio (100 Mb).


Entre las novedades de Windows Vista, encontramos mejoras relativas a la arquitectura del SO: soporta SSD (Solid State Drive), encriptado de datos, multitouch, configuración simplificada… A pesar de todo esto, Windows 7 no revolucionará el mundo de los SO, ya que es una continuación de Vista como XP lo era de Windows 2000.
La interfaz gráfica sufre algunas modificaciones interesantes. La nueva barra de tareas será muy práctica, incluso aunque pueda despistar a algunos usuarios. La posibilidad de marcar las aplicaciones en la barra de tareas permitirá acceder rápidamente a las herramientas más habituales. La zona de notificaciones se ha visto, también, rediseñada.
Si el total está más bien pensado, dudamos que convenga a los usuarios más avanzados. De hecho, estas funciones no están totalmente adaptadas a aquellos que utilizan numerosas aplicaciones de forma simultánea.

La interfaz de Windows 7 quiere satisfacer a los usuarios de los dos mundos, consumo y profesional; una apuesta complicada.


El explorador de archivos también ofrece su lote de novedades: búsqueda mejorada, ficheros agrupados por tipos, etc. El esfuerzo de Microsoft en este sentido es loable. No es sin embargo evidente que los usuarios finales vayan a saber explotar estas funcionalidades de forma eficaz.
¿Quizás el desarrollador tendría que haberse centrado en la productividad y la simplicidad (como es el caso del entorno de escritorio GNOME) más que en cambiar de paradigma en cada SO?
Otras aplicaciones se han puesto al día. La calculadora está muy lograda. Paint y WordPad adoptan arquitecturas parecidas a las introducidas con Office 2007. WordPad podrá incluso leer y escribir documentos en formato ODF. Y, último punto, la navegación en internet se efectúa a través de Explorer 8.

Con este nuevo SO, Microsoft acentúa la compatibilidad. Se puede, incluso, instalar gratuitamente y con ciertas ediciones el Windows Virtual PC.


Este módulo se entrega con su propia licencia de Windows XP, lo que permitirá por tanto lanzar las aplicaciones en una máquina virtual corriendo con este SO. La integración de las aplicaciones con el escritorio de Windows 7 será, como esperan, transparente.
Aún así, es importante destacar que Windows Virtual PC no funcionará más que en las máquinas que cuenten con un procesador que soporte la virtualización material y con una cantidad de memoria suficiente.
La firma ha puesto también en marcha un site que permitirá verificar si una aplicación es o no compatible con 7. La base de datos cuenta con menos de 70 referencias, pero la iniciativa es interesante.
Windows 7 es, en conclusión, un buen sistema operativo. Pero, por otra parte, también ocurrió lo mismo con Windows Vista. Será necesario por tanto esperar a que los usuarios utilicen este nuevo SO. Si no, corre el riesgo de tener la misma suerte que su predecesor.

De alguna manera, Microsoft parece tener problemas para desembarazarse del viejo Windows XP.