Puede que Microsoft se haya incorporado más tarde que otros contendientes al mercado móvil pero, poco a poco, sus esfuerzos irán siendo recompensados.
Si para este año se esperan unas ventas de 35 millones de teléfonos inteligentes con sistema operativo Windows Phone, lo que significa una participación del 2,7% frente a rivales como Android (82,3%) y iOS (13,8%), dentro de cuatro años debería estar colocando ya 105 millones de terminales.
Además de hacer subir su cuota global hasta el 5,6%, esta mejora en las ventas supondría protagonizar la mayor tasa de crecimiento anual compuesto respecto al resto de softwares rivales, con un 31,4%. Donde también destacaría es en valor, con una TCAC del 25,1%.
Eso sí, es de esperar que Android continúe dominando con solvencia el sector smartphone con casi 1.500 millones de teléfonos vendidos en 2018 de los 1.873 millones totales.
De ahí que los expertos concluyan que “ya no es una posibilidad para los nuevos sistemas operativos como Tizen y Firefox competir sólo en precio”. Parece que cualquiera de éstos “debe traer un atractivo radicalmente diferente para ganar cualquier tracción significativa”.
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