Los usuarios de Windows critican que en las versiones actuales se tenga que reiniciar el ordenador con demasiada frecuencia tras instalar nuevas actualizaciones y los ingenieros de Microsoft han decidido mitigar el problema.
Una de las novedades con Windows 8 será la decisión de juntar todas las actualizaciones que requieran del reinicio del sistema en un día de cada mes, de forma que con el nuevo sistema se lancen el segundo martes de cada mes.
Con ello sólo sería necesario un reinicio al mes, salvo en los casos excepcionales de que hubiera algún tipo de actualización de seguridad crítica que se considere urgente.
Además, con Windows 8 los usuarios dispondrán de tres días para reiniciar sus ordenadores una vez que han instalado las correspondientes actualizaciones.
Pasado ese tiempo, el reinicio se llevará a cabo de forma automática, pero siempre que no haya aplicaciones o archivos abiertos, para de esa forma garantizar que el usuario no pierde su trabajo.
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