El gran reto estratégico de la empresa invisible
Wincor Nixdorf, fabricante de hardware y software para banca y retail, se enfrenta al gigantesco cambio tecno-cultural.
Wincor Nixdorf es una de esas grandes empresas presentes en el día a día de millones de personas que pasan totalmente desapercibidas.
La compañía, de origen alemán, fabrica hardware, software y servicios para los sectores de banca y retail. Cajeros automáticos, terminales de puntos de venta y el software que los ejecuta. Sin saberlo, cada día un total de 5 millones de españoles son atendidos por un terminal de su marca.
Pero como ha ocurrido en otros sectores económicos, la crisis ha golpeado duro. No sólo por la caída en la actividad de los dos sectores específicos en los que opera. Gran parte de ellos son grandes empresas como Ikea, Carrefour, Inditex o Barclays que, por su robustez y tamaño, han esquivado los peores zarpazos de la crisis. Si no por el cambio tecnologico que la crisis ha acelerado en éstos.
El sector de la banca, que es la principal fuente de beneficios de la compañía, ha cerrado el 25% de las oficinas. Esto ha afectado a la base instalada de cajeros y por ende, a las cuentas de la compañía. Según un estudio elaborado por kelisto.es a partir de datos del Banco de España, había 54.989 dispensadores al cierre del segundo trimestre de 2013. El número es un 10,9% menor que el registrado hace cinco años.
Las ventas netas de Wincor Nixdorf para la industria de la Banca han caído un 6% hasta los 778 millones de euros. Actualmente la compañía está en 15.000 cajeros automáticos sólo en España. En el caso del retail, las ventas han aumentado un 3% hasta los 452 millones de euros.
La caída del consumo y cierre de oficinas que propicia la crisis no es el único frente abierto. Wincor, fundada en 1999, se enfrenta a dos industrias en plena transformación tecnológica. Los dispositivos conectados están generando nuevos hábitos de compra en tiendas, nuevas formas comunicarse con la entidad financiera de confianza y de interactuar con el dispensador de billetes.
En Asia, nos cuenta Javier López Bartolomé, presidente de Wincor Nixdorf para Américas e Iberia, ya se ensaya con cajeros automáticos sin pantalla ni teclado. Toda la gestión se hace desde un dispositivo móvil y la parte física es sólo una ranura por donde sale el metálico.
Aunque aún estamos lejos de esto, López Bartolomé, sí ve otras tendencias perfectamente adaptables al mercado español. Cajeros que interactúan con el cliente, con pantallas donde, en caso de necesidad, se conecte mediante videoconferencia con el asistente bancario de confianza. En el sector de Retail los retos son la integración de nuevos métodos de pago, el control de los procesos a nivel tienda y sede de la empresa y la consolidación de un modelo que dé una experiencia de compra uniforme en todos los canales.
“Veo que será más importante prestar atención a la relación entre las personas en lugar de poner el foco en las transacciones”, declara.
Esto, para una compañía como Wincor, significa cada vez más prestar atención al software. El hardware es importante, sin duda. Pero lo es más la capacidad de adaptarse a un dispositivo innovador que invente alguien al otro lado del charco. Para torear esta transformación la compañía destinó 99 millones de euros a I+D, una cantidad nada desdeñable. Ingresó 2.465 millones de euros en el año fiscal 2012/2013.
Con motivo de la presentación de resultados económicos, el propio CEO de la compañía, Eckard Heidloff, habló del software como un componente que “está jugando un papel cada vez más importante en los cambios que llevan a cabo la banda y el sector retail”.