Wikileaks, o como internet puede acabar con el secreto de Estado

El Secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates, ha tenido incluso que perdir ayuda al FBI para encontrar al responsable de la filtración de más de 90.000 documentos confidenciales sobre la guerra de Afganistán.

Las consecuencias de la filtración “son potencialmente peligrosas para nuestras tropas, nuestros aliados y nuestros socios afganos. Además, podrían dañar nuestra reputación y nuestras relaciones en esa parte clave del mundo”, según ha reconocido Gates. Dichos informes, que vieron la luz el domingo a través de la página Wikileaks bajo el título “Diario de la Guerra Afgana”, podrían revelar métodos y fuentes empleados por la inteligencia de Estados Unidos, según informa BBC News
El FBI va a iniciar una “investigación a fondo” a fin de encontrar al culpable de la filtración. Aunque… lo importante podría ser el soporte sobre el que se han publicado, Wikileaks. O como internet ha acabado con los secretos de Estado.

Inaugurado en 2007 y financiado por donaciones particulares, el portal publica documentos solventes recibidos de forma anónima que permitan denunciar situaciones de injusticia, poniendo en jaque a los responsables de seguridad de sus protagonistas.
“Todo está digitalizado ahora, todo está en la red”, explica a AFP Tom Conway, director para el desarrollo de negocios a nivel federal en la empresa de ciberseguridad McAfee. “En el mundo del papel, un documento que tiene secreto sellado y que el gobierno confió en que no se compartirá ese trozo de papel. Quizá eso sea suficiente en el mundo del papel, pero no lo es para el digital”, añade un exfuncionario del Pentágono a la agencia de noticias.