Básicamente son unos esquís en pequeño que se enganchan a las ruedas frontales de la silla de ruedas, convirtiéndola en una especie de moto de nieve manual, que aunque no moniabrará tan fácilmente como en suelo normal, al menos se deslizará mucho mejor y evitará que se hundan en la nieve o vayan en la dirección que les de la gana.
De hecho se puede usar también en carritos de bebé, o de supermercado, o básicamente cualquier cosa con ruedas relativamente pequeñas.
En principio su creador, el suizo Patrick Mayer, los diseño para su propia silla de ruedas, ya que el quedó tetrapléjico tras un accidente de snowboard. Pero luego ha decidido crear un producto comercial para que más gente pueda disfrutar de ellos.
Eso sí, al deslizarse existe el riesgo de que pueda empezar a coger velocidad y termines descontrolado sin poder frenar, por eso avisa de que es mejor no superar los 10km/h. Estarán disponibles a partir de octubre a 174€ el par, bolsita para recoger tus dientes tras darte una hostia fina no incluida. [Gizmag]
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