Web3: el usuario retoma el control
El concepto Web3 cada vez está adquiriendo más presencia. ¿Qué es realmente la Web3? ¿Qué novedades trae? ¿Y qué nuevas oportunidades surgirán?
Hace ya algún tiempo que se viene hablando de la Web3 como una evolución del modelo de internet que hoy conocemos. Incluso hay quienes afirman que supondrá una gran revolución en la forma de entender y relacionarnos con la web.
Antes de hablar de qué es la Web3 conviene repasar de dónde viene. “La Web1 (o simplemente Web) consistía en compartir archivos y mensajes a través de internet”, apunta Susie Batt, Crypto Ecosystem lead de Opera. Miguel Ángel de Dios, project manager web de We Are Marketing, recuerda que aquella estaba “construida en base a hiperenlaces y a conexiones entre páginas o secciones, con poca intervención humana y basada en el consumo de contenidos”.
Eran los albores de internet, allá por la década de los 90 del siglo pasado. “Representó el origen de internet y se caracterizó por ser unidireccional, ya que sólo se podía consultar información”, afirma Gema Ruiz Díaz, responsable de inteligencia artificial y big data de Softtek EMEA.
Después llegó la Web2 (o Web 2.0), en la primera década de este siglo, “dando paso al intercambio de información”, apunta Ruiz Díaz. “Está caracterizada por su interoperabilidad, que permite una interacción y colaboración de los usuarios entre sí”, agrega. Así pues, De Dios puntualiza que la Web2 se caracteriza por el “alto contenido para compartir, la hiperactividad del consumidor y las redes sociales”.
Además, Batt señala que en la Web2 “nos identificamos hacia los sitios web a través de nuestras cuentas en las redes sociales, comerciando con nuestra privacidad”. Sin embargo, la Web3 supone un cambio, ya que concede al usuario el control de su propia identidad, “identificándose ante los sitios web con su cartera personal de criptomonedas que controla”. Asimismo, remarca que Web3 “trae consigo el poder de la tecnología blockchain, la descentralización y la criptografía”. En este sentido, el responsable de We Are Marketing destaca que la Web3 está “basada en tokens, el consumo de tecnología blockchain y el uso de tokens como valor de intercambio”.
Una web descentralizada
La descentralización es la piedra angular de la Web3. “La web actual está bajo el control de las grandes compañías. No es sólo que gran parte de los contenidos de la web se acumulen en unos pocos servicios, sino que las infraestructuras que nos proveen de éstos también están en manos de unas pocas empresas. Conociendo esto, Web3 nos propone una web que no se encuentra bajo el control de un puñado de compañías, sino que se encuentra diseminada y en manos de los usuarios”, expone Víctor Rodriguez, program manager & developer de Ironhack Madrid.
“Se trata de una nueva versión de lo que entendemos como web, pero que basa su funcionamiento en una red descentralizada. Y se sustenta sobre tres principios: es abierta, no depende de un tercero para las comunicaciones y es colaborativa, una red en la que cualquiera pueda participar sin necesidad de recibir el permiso de nadie”, añade.
Así pues, Gonzalo Zarza, Data & AI Studio partner de Globant, explica que el nuevo paradigma que propone la Web3 “busca potenciar al individuo mediante la descentralización de los datos que hoy en día están controlados por cada uno de los sitios donde uno navega habitualmente”. Para ello, se sirve de la tecnología blockchain, “que aporta la transparencia y seguridad necesarias para que todos conozcan lo que sucede en la red, mediante la descentralización de los datos y la criptografía”, precisa.
El usuario toma el control
La principal ventaja de este nuevo modelo es que puede devolver el control al usuario. “Plantea la posibilidad de que no haya ninguna entidad propietaria de la información, sino que cada usuario de la red sea dueño de sus propios datos y decida cómo, cuándo y para qué los quiere utilizar”, comenta Zarza.
Remarca que “la aplicación del blockchain permite cambiar radicalmente la forma en la que se almacenan los datos, gestionándolos de forma colectiva, por medio de nodos distribuidos en todo el mundo y accesibles no sólo a empresas nicho”. De esta forma, considera que “provocará una profunda transformación social, participando en la construcción de una sociedad digitalizada y descentralizada, prescindiendo de intermediarios de confianza y generando eficiencias tanto económicas como temporales”
En este sentido, la responsable de Softtek señala que “la arquitectura descentralizada busca solventar problemas como la confianza del usuario, la privacidad y la transparencia, que al utilizar redes blockchain de nodos descentralizados podrán validar transacciones criptográficamente seguras”.
Indica que los beneficios que la Web3 traerá al usuario se apreciarán especialmente en las redes sociales, permitiendo retomar el control de los datos personales, “evitando que se vean comprometidos de forma repetitiva”. Ya se están dando algunos pasos. Por ejemplo, el año pasado se presentó Follow, “el primer protocolo social descentralizado para Web3 impulsado por blockchain y que tiene como objetivo hacer que los usuarios tengan un control total sobre sus propias identidades y datos sociales”, indica Ruiz Díaz.
De este modo, una de las consecuencias que se presume que podría tener la Web3 es la sacudida al ‘establishment’ actual, dominado por un puñado de grandes empresas tecnológicas. Hay quienes creen que las entidades centralizadas, como Google o Facebook, por ejemplo, serán sustituidas por plataformas de redes sociales y motores de búsqueda que no tendrán ninguna compañía tras de ellas.
“Supone un cambio en el mundo web tal y como lo conocemos y, por tanto, impacta directamente en la cuenta de resultados de todas estas compañías. Las pérdidas en publicidad asociadas a la gestión de nuestros datos o la facturación con relación a la provisión de servicios, entre otros, serán grandes. Sin embargo, no creo que vayan a dejarse morir. Si este cambio acaba sucediendo, se transformarán y asumirán otros papeles dentro del nuevo estado de la red”, comenta el responsable de Ironhack.
Sinergias con otras tecnologías
La representante de Sofftek recuerda “la Web3 también impulsará la computación en la nube, las aplicaciones y el enfoque multidispositivo. Por otra parte, señala que “los gráficos 3D serán fundamentales como atributo de las Web3, para dar lugar a una red espacial, con información digital existente en el espacio”. “La realidad virtual y aumentada, las redes 5G, el internet de las cosas, la inteligencia artificial y el blockchain respaldarán este internet, haciendo desaparecer las fronteras entre lo digital y el mundo físico”, añade.
Asimismo, indica que “los dispositivos y los usuarios podrán conectarse de una forma más eficaz con los datos”, gracias al machine learning. “Jugará un papel crucial para hacer que esta web sea más inteligente y presente una mayor capacidad para procesar la información. Dicho de otro modo, las máquinas serán capaces de interpretar de una forma granular el significado detrás de los datos para generar experiencias de usuario más inteligentes”, puntualiza.
Un sinfín de oportunidades
El responsable de Globant afirma que la Web3 ofrece “un sinfín de posibilidades en torno a su uso”. “Sólo pensemos que las aplicaciones y sistemas mainstream siguen funcionando en el modelo de Web2. Si nos imaginamos un hipotético caso de que se lleguen a reemplazar por una alternativa basada en el nuevo paradigma, el recorrido que tiene por delante el ecosistema de aplicaciones descentralizadas (DApps) es enorme”, aclara.
De Dios apunta que “una de las principales características de la descentralización es lo que podríamos llamar ‘autosoberanía’”. “En lugar de tener un usuario dentro de las grandes tecnológicas y que éstas sean las propietarias de tu identidad y las que otorgan o solicitan permisos al resto de aplicaciones, el modelo cambia. Ahora es el usuario el que tiene plena autoridad. Con Web3, el poder vuelve a los usuarios individuales, autores y desarrolladores de aplicaciones. Esto es posible gracias a la tecnología WebAssembly”, explica.
“WebAssembly se basa en el intercambio de valor programático y descentralización. Con esta tecnología podemos realizar código de bytes directamente y enviarlo a los navegadores web. Puedes enviar tu ‘aplicación’ a tu navegador, en lugar de depender de tiendas tipo Google Play o App Store de Apple”, detalla. Además, especifica que esta tecnología no se limita a los navegadores web, sino que “también puede ejecutarse en servidores back-end con una clase completamente nueva de código de servidor portátil”.
Otra de las grandes oportunidades que ofrece, como veíamos, es la recuperación de la gestión de nuestra identidad virtual, que hasta ahora ha estado en manos de grandes compañías. “Si eres de esas personas que está cansada de recibir anuncios personalizados, seguro que la Web3 te gustará”, comenta Rodríguez.
Además, explica que “nacen nuevas formas de negocio entorno a la creación y el consumo de contenidos”. “Las relaciones peer-to-peer entre creadores y consumidores nos dirigen hacia un escenario desconocido”, declara.
Igualmente, la representante de Opera afirma que, gracias a la encriptación que proporcionan las cadenas de bloques, “Web3 puede proporcionar una forma segura para que cualquier persona se involucre en la tecnología de cadenas de bloques y criptodivisas, desde las finanzas descentralizadas (DeFi), donde tú eres tu propio banco, hasta los tokens no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés), el nuevo y sorprendente reino del arte digital, o el GameFi, donde puedes ganar dinero mientras juegas en todo tipo de metaversos”.
Relación con el metaverso
Cuando hablamos de Web3 aparecen muchos de los términos que mencionamos al referirnos al metaverso: descentralización, blockchain, criptomonedas, NFT, tokens…
“El metaverso consiste en la creación de nuevos espacios digitales que permiten conectar personas y construye un nuevo modelo de interacción en torno a la tridimensionalidad. Por su parte, la Web3 se trata de una evolución de internet, cuyo lenguaje permite la construcción de la realidad en tres dimensiones, donde las interacciones no quedan atadas a una plataforma o sitio web puntual, sino que tú mismo eres el que tiene posesión de todo lo que pasa en este mundo virtual. Son dos conceptos claramente diferenciados, pero que, a su vez, presentan una correlación directa”, expone Zarza.
“La Web 3 es la ‘plataforma’ en la que se construye el metaverso, sirviéndose de la tecnología blockchain, NFT, criptomonedas, identidad descentralizada. Mientras que el metaverso se concibe como un espacio tridimensional para la interacción, que existe gracias a las aplicaciones descentralizadas de la Web3”, detalla.
Sin embargo, aunque tienen muchos puntos en común, Rodríguez remarca que “no están ligados o no tienen por qué estarlo”. “La existencia del metaverso no depende ni está relacionada con la existencia de Web3. Si bien los mundos que se desarrollen en el metaverso pueden plantearse de manera descentralizada, éste es un solo caso de uso de la tecnología detrás de Web3”, aclara.
Igualmente, Ruiz Díaz señala que “aunque las características de la Web3 son similares a los fundamentos de funcionamiento de algunos metaversos concretos —crear avatares digitales e interactuar con otros en espacios virtuales—, no tienen por qué estar basados en blockchain”. Además, recuerda que “el objetivo de Web3 es la descentralización y, si bien construir un metaverso anclado en blockchain es una posibilidad, no lo convierte en un caso de uso puramente Web3”.