Los wearables fallan a la hora de contar las calorías consumidas

En los últimos meses ha crecido la demanda de wearables. En el primer trimestre de 2017, los envíos globales de este tipo de dispositivos aumentaron un 21%, moviéndose unos 22 millones de unidades. La mayoría, 3,5 millones, se correspondían a la marca de la manzana y su Apple Watch, perdiendo Fitbit en el Q1 su tradicional liderazgo en el sector.

Este tipo de dispositivos están asociados a la salud, gracias principalmente a una serie de aplicaciones tipo cuentapasos, monitorización cardíaca o control de calorías. Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Stanford, en colaboración con la Escuela Sueca de Ciencias del Deporte y la Salud, mide el grado de exactitud que tienen los wearables precisamente a la hora de medir estas funciones.

El informe, según recoge el portal ReadWrite, estudia el desempeño de siete modelos de wearable: Apple Watch, Basis Peak, Fitbit Surge, Microsoft Band, Mio Alpha 2, PulseOn y Samsung Gear S2. Para eso, ha contado con la colaboración de 60 voluntarios de distintas características que han empleado el dispositivo para realizar varias acciones, como correr, andar en bicicleta o caminar.

La principal conclusión del estudio es que los wearables son bastante exactos a la hora de monitorizar el corazón, pero nada fiables en el cómputo de calorías consumidas. De las siete pulseras o relojes inteligentes que se analizaron, seis tuvieron porcentajes de error menores al 5% al contar los latidos. Solo el Samsung Gear S2 quedaba por encima de esa cuota, aunque por sólo una décima al estimarse el error en 5,1%.

El empleo de los wearables a la hora de medir el gasto energético se prueba, sin embargo, poco exacto. Ninguno de los dispositivos analizados consiguió bajar del 27% de fallo, el porcentaje logrado por Fitbit. Se lleva la palma el PulseOn, con una tasa de error superior al 92%.

No se han destacado datos sobre la medición de pasos o distancias recorridas.