Waymo pide al juez que vete a Uber el uso de la tecnología que les acusan de copiar
La firma propiedad de Alphabet ha solicitado un mandato judicial preliminar en tanto no se resuelva el litigio entre ambas compañías.
La conducción autónoma es uno de los terrenos en los que hay más competencia. A medio camino entre la automoción y la tecnología, empresas de los dos sectores buscan situarse a la cabeza del desarrollo de herramientas con las que estandarizar los coches sin conductor.
Se podría decir que Tesla lidera las iniciativas, pero otras firmas están trabajando en el terreno, entre las que están Ford, BMW o incluso Apple. Los de Cupertino, poco dados a comentar rumores, son sin embargo una fuente de especulaciones, y entre ellas las hay sobre su intención de desarrollar esta tecnología, que podrían emplear en un vehículo eléctrico.
Dos de las últimas en sumarse al mercado de la conducción autónoma son Uber y Alphabet. La compañía de ridesharing busca optimizar su servicio, en tanto que la casa madre de Google ha lanzado una división específica, Waymo. Hace unas semanas, está última demandaba a los de Kalanick, al entender que les habían copiado una herramienta. Ahora han endurecido sus reclamaciones. Desde Waymo han solicitado al juez una orden preliminar para vetar el uso de la tecnología a debate en Uber.
En el escrito, que recoge CNet, la empresa de Alphabet pide que se emita el requerimiento para “prevenir que los acusados se apropien indebidamente de la tecnología de Waymo para engañar y falsear la competencia en este mercado naciente”, consiguiendo “una ventaja crucial” en el sector de la conducción autónoma.
La firma ha añadido una nueva demanda de patente que se une a las dos anteriores, informa Reuters. Waymo ha incluido la declaración jurada de uno de sus empleados de seguridad, Gary Brown, para probar la descarga de más de 14.000 documentos por uno de sus exempleados, Anthony Levandowski. En ellos habría la información necesaria para el desarrollo de la tecnología LiDAR de sensores láser.
Levandowski fundaba a los cuatro días de dimitir una firma propia, Otto, que a los seis meses de lanzar compraba Uber. Según las nuevas alegaciones de los de Alphabet, su antiguo trabajador se habría reunido con gente de Uber incluso antes de fundar su propia firma, aunque según Levandowski solo buscaba inversores. Waymo acusa también a otros dos exempleados de robar información confidencial antes de entrar en Otto.