La startup californiana Washio ha anunciado hoy el cierre de su servicio de lavandería bajo demanda, que puso en marcha en 2013. No se admitirán nuevos pedidos en el servicio, y los pedidos pendientes serán devueltos a los clientes con la mayor celeridad.
Según informa TechCrunch, Washio había tanteado a varios competidores que pudieran estar interesados en una adquisición, pero parece que ninguna de esas conversaciones se llevó a término.
La startup había recaudado un total de 16,82 millones de dólares en financiación a través de cuatro rondas, en las que intervinieron inversores como Canaan Partners, AME Venture Partners, y los ángeles inversores notables como Ashton Kutcher.
Cuando Washio empezó a operar, ofrecía un servicio que recogía la ropa de los usuarios o efectuaba una limpieza en seco a una hora programada. En 2015, la compañía lanzó Washio Now, que garantizaba una recogida en una hora, con un tiempo de entrega de la ropa limpia de 24 horas. Washio creció para dar servicio a Boston, Los Angeles, Chicago, San Francisco, Oakland, Nueva York y Washington DC.
Por desgracia para sus fundadores, la economía bajo demanda suele proporcionar bajos márgenes y requiere un rápido crecimiento y expansión para compensar el costo de establecimiento en un territorio. Washio no es la única compañía de servicios a la carta que ha sufrido problemas derivados de su crecimiento. El servicio de limpieza Handy tuvo algunos momentos difíciles el año pasado y Homejoy ha cerrado por completo.
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