Actualmente los coches autónomos son uno de los principales objetivos de la industria automovilística y prácticamente todos los analistas coinciden en que en menos de una década serán algo habitual. Muchas marcas están llevando a cabo sus propias pruebas y desarrollos, y ahora Volvo planea una de las más ambiciosas hasta la fecha.
La idea de la compañía sueca es llegar a un acuerdo con varias ciudades chinas, para que les de los permisos e infraestructuras necesarias para poder desplegar en sus carreteras hasta 100 coches autónomos, que compartirían espacios con el resto de coches, en condiciones reales y cotidianas.
Recordemos que Volvo ha firmado un acuerdo con NVIDIA para utilizar su sistema para coches autónomos Drive PX 2, algo que parece que permitirá que sus coches puedan hacer frente a este reto en un tiempo récord, si tenemos en cuenta el tiempo que han necesitado otras como Google para desarrollar sus coches y llevarlos a un entorno real.
Con este proyecto piloto en China, Volvo quiere mostrar al gigante asiático las ventajas de los coches autónomos y cómo éstos pueden ser la solución a varios de los problemas de China, como la polución, el tráfico y la seguridad en las carreteras del país. Eso sí, Håkan Samuelsson, CEO de Volvo, que está ahora en Beijing dando un seminario sobre conducción autónoma, no ha dado todavía detalles de cuándo se pondrá en marcha el proyecto y cuáles serán las ciudades chinas que colaboren en el mismo.
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