Vodafone España acaba de presentar sus resultados financieros para el año fiscal que acaba de cerrar, del 1 de abril de 2010 al 31 de marzo de 2011. La operadora ha cerrado el año con una facturación de 6.042 millones de euros, lo que supone una caída del 6,4% frente al año fiscal precedente.
El beneficio operativo ajustado de la teleco ha caído un 27,3%, situándose en el año fiscal saliente en 1.050 millones de euros.
La firma ha acusado especialmente el descenso en los ingresos por servicios, que fue en el primer semestre del año del 7,1% y del 6,7% en el segundo.
La bajada del precio de la voz móvil ha tenido mucho que ver con este descenso: la guerra de precios ha empujado a las operadoras a bajar el precio por minuto y ha reducido los márgenes de beneficio, al tiempo que ha iniciado una sangría en las operadoras grandes de clientes que migran hacia las operadoras de menor tamaño y más baratas en sus precios.
La operadora destaca el crecimiento en ingresos por datos móviles (un 17%, siendo el mayor crecimiento en los últimos seis meses) y en banda ancha fija (un 2,9%).
A pesar de los varapalos que cada mes le da la nota mensual de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), en la que Vodafone es ya una clásica en la lista de pérdidas en portabilidad, la compañía ha cerrado el año con crecimiento en clientes. Su cartera ha aumentado un 2,9%, llegando a los 17.227.000 millones de clientes.
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