Vodafone se encargará finalmente del contrato de 41 millones de euros con el Ministerio de Igualdad para gestionar las pulseras antimaltrato después de que Telefónica, que había sido el encargado de proporcionar este servicio durante casi 15 años, decidiera renunciar a la licitación por primera vez. La adjudicación aún no es oficial pero parece probable que Vodafone sea la ganadora, ya que no tiene competidores después de que la firma británica Buddi Limited haya sido excluida del proceso de licitación.
La mesa de contratación del Ministerio de Igualdad tendrá que revisar la oferta de Vodafone en detalle antes de hacer la adjudicación oficial, pero a menos que se encuentre un fallo o defecto de forma, Vodafone se convertirá en el nuevo responsable de este importante servicio.
El concurso para gestionar las pulseras antimaltrato del Ministerio de Igualdad solo contaba con dos posibles licitadores: Vodafone y Buddi Limited. Sin embargo Buddi Limited fue excluido del proceso debido a problemas relacionados con la presentación de su oferta. La empresa británica no completó el envío de todos los documentos requeridos dentro del plazo máximo permitido, argumentando que como empresa extranjera no le correspondía firmar electrónicamente los documentos.
Este cambio en la adjudicación del contrato es significativo, ya que Telefónica había sido el proveedor de este servicio desde su inicio en 2009. Sin embargo, esta vez, Telefónica decidió no presentar una oferta, aunque no ha proporcionado explicaciones públicas para esta decisión.
Vodafone, por su parte, ha demostrado su interés en tomar el control de este contrato y ha acudido al proceso con un socio especializado en hardware para las pulseras antimaltrato. Esto podría aumentar su competitividad en la licitación y su capacidad para cumplir con las crecientes exigencias de la Administración en la prestación del servicio.
El contrato para gestionar las pulseras antimaltrato ha ido aumentando su dotación presupuestaria en los últimos años, pero sigue siendo un desafío para la rentabilidad de la mayoría de los licitadores. Además de la creciente exigencia por parte de la Administración, la creciente competencia entre los operadores por estos contratos está empujando los precios a la baja. Un directivo del sector señala que esto refleja una tendencia en la que la competencia en el mercado residencial se ha trasladado al ámbito de la Administración pública.
Otro factor que complica estos contratos es la necesidad de que los proveedores de referencia busquen socios tecnológicos especializados para ayudar con ciertas partes del servicio. En el caso de Vodafone han acudido con un socio especializado en hardware de pulseras antimaltrato, lo que puede estrechar aún más los márgenes de beneficio. En contraste Telefónica estaba ofreciendo el servicio en colaboración con Securitas Direct.
Además de la complejidad del servicio, que incluye la instalación y desinstalación de dispositivos, la gestión de estos contratos implica un mayor coste de prestación, lo que a su vez presiona a la baja los precios y disminuye la rentabilidad para los proveedores.
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