Vivaldi, el navegador que se adapta a cada usuario, alcanza la versión 1.0
Jon von Tetzchner, antiguo CEO de Opera Software, anunciaba en 2014 el navegador Vivaldi, que ahora ofrece su primera versión estable.
El mercado de los navegadores se anima. El tradicional líder, Internet Explorer, está perdiendo fuelle frente a la pujanza de un rival como Google Chrome, en el que ya confían 4 de cada 10 internautas que se conectan desde un ordenador de sobremesa. Otras opciones son el Firefox de la Fundación Mozilla, el Safari de Apple o el Opera de Opera Software. Son tres de los rivales más conocidos, pero no son las únicas alternativas que existen. Por ejemplo, Vivaldi también lucha por hacerse un hueco en el mercado.
Vivaldi se ha desarrollado bajo las órdenes de Jon von Tetzchner, que en su día creó y dirigió Opera. En 2014, ante los planes de cierre de My Opera, von Tetzchner se animaba a presentar una plataforma social con email, mensajería, un foro, blogs y hasta un toque fotográfico. Al año siguiente anunciaba también un navegador para completar la oferta.
Ahora, en pleno 2016, este navegador, cuyo objetivo principal es la personalización para poner al usuario en el centro de su estrategia, da un paso más. Alcanza por fin la versión 1.0, que cualquiera puede descargar ya desde este enlace a la página oficial del proyecto. Otras de sus características, más allá de la libertad de adaptación de su apariencia, las pestañas, la barra de direcciones, los atajos de teclado y los propios gestos de ratón, serían la posibilidad de tomar notas e incluir capturas de pantalla al tiempo que se navega y el soporte de tecnologías web como JavaScript, React, Node.js y NPM.
De acuerdo con Jon von Tetzchner, Vivaldi 1.0 (y Vivaldi en general) “no es como cualquier otro navegador. No estamos intentando simplificarlo en un esfuerzo para atraer a todos los usuarios. Introducimos características y personalizaciones que los navegadores de hoy en día no tienen. Lo hacemos para ti, que mereces recibir más de tu navegador”, comenta su máximo responsable, añadiendo que “Vivaldi debe adaptarse a ti. No debe sentirse como un navegador para todo el mundo”, sobre todo “porque no los es”.