La transformación del móvil en monedero electrónico
está cada vez más cerca de ser una realidad. Durante la celebración de la feria
CES, los responsables de
Visa han declarado tener las bases para un
despliegue comercial mundial de sistemas de pago sin contacto para móviles
equipados con componentes NFC
(Near-field Communications).
El empleo de esta tecnología ?similar a
RFID?, sobre la nueva plataforma
permitirá además la puesta en funcionamiento de numerosas herramientas que
fomentarán la colaboración entre los servicios financieros y los fabricantes de
móviles.
Hasta el momento, el sistema NFC es utilizado
principalemente en Asia, donde operadores como
NTT DoCoMo han lanzado este tipo de
funcionalidades desde 2005. Ése mismo continente ha sido elegido por
Nokia y Visa para realizar sus pruebas, más
concretamente Malasia, donde ya realizó uno de estos test el pasado año.
En cualquier caso, el despliegue de la solución no se
realizará de manera inmediata, sino que las pruebas continuarán durante 2007 y
no se espera su generalización hasta 2009, según apuntó Gerhard Romen, Director
del programa NFC de Nokia.
Para llevar a cabo dichas pruebas, los clientes de
bancos y operadores son equipados con dispositivos que cuentan con una tarjeta
sin contacto NFC, así como con una aplicación de pago integrada en la tarjeta
SIM.
Por su parte, los comercios que participan en las
prueba disponen de un terminal de pago especial ante el que los clientes deben
situar su teléfono móvil cuando van a realizar una compra. Para garantizar la
seguridad de la transacción, es necesario marcar además un código secreto. Con
este mismo objetivo, la aplicación de pago debe cumplir con el estándar
EMV, adoptado mundialmente para ofrecer
seguridad a usuarios, comercios y bancos.
En la pantalla del dispositivo aparece entonces el
importe de la transacción, y el pago se confirma mediante la colocación del
teléfono ante el terminal.
Este sistema es idéntico al que se utiliza para las
tarjetas bancarias, tanto en rapidez, como en seguridad y coste, salvo que no
hay contacto entre el teléfono y el terminal. Además, como aquél, es válido para
cualquier importe.
Aunque la idea resulta muy atractiva, hay que tener en
cuenta que su éxito depende de numerosos factores. Por ejemplo, conseguir que el
máximo número posible de establecimientos esté equipado con los mencionados
terminales y evitar así la repetición de un fracaso como el de
Moneo. Igualmente, el alto porcentaje de uso
de los teléfonos móviles podría favorecer el rápido desarrollo de este tipo de
soluciones.
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