Mantener un negocio en marcha: continuidad y virtualización

Son las cinco un viernes por la tarde. Ya queda poco para empezar el fin de
semana. Justo en ese momento recibes una llamada: ?No funciona el correo?. Y con
esas cuatro palabras te acaban de hundir porque sabes que va a ser un fin de
semana largo.

El mantenimiento de los sistemas es una de las responsabilidades de un gestor
de informática. La planificación de continuidad de negocio juega un papel
importante en la mayoría de los negocios, debido a la dependencia que tienen las
empresas de la informática.

Sin embargo, no todas estas empresas tienen el dinero para invertir en
hardware redundante o en instalaciones de recuperación frente a desastres. La
mayoría de las empresas se limitan a usar cintas para sus copias de seguridad, y
mientras que esto es aceptable para almacenamiento a largo plazo, no facilita
mucho el proceso de recuperación en caso de algún fallo.

La virtualización facilita mucho esta situación: gracias a la creación de una
máquina virtual, junto con su sistema operativo, aplicaciones y datos, se puede
tratar cada entorno como si fuera un fichero. Esto significa que una
organización puede estar más protegida contra los riesgos de caídas del sistema
y recuperarse más rápido después de experimentar cualquier problema.

Emplear la virtualización para asegurar la continuidad de negocio y la
recuperación frente a desastres permite a las empresas beneficiarse de dos
puntos clave: una máquina virtual se puede copiar y mover de sitio, y es
independiente del hardware que lo ejecuta.

Desde el punto de vista de continuidad, esto conlleva varias ventajas
importantes. La copia de una máquina virtual significa que se puede mantener una
réplica exacta en un centro remoto, ya sea como parte de un sistema stand-by en
caliente o guardado en una cinta. En el caso de un fallo, se puede arrancar la
máquina virtual almacenada en otro sistema y los usuarios pueden acceder al
servicio de forma rápida y sencilla.

En segundo lugar, la independencia del hardware de la máquina virtual
significa que la organización no tiene porque invertir en hardware de respaldo
específico; cualquier plataforma servidor que ejecute el mismo hipervisor puede
funcionar como host a la máquina virtual. Esto significa que incluso las
pequeñas organizaciones pueden implementar una estrategia completa en caso de
desastre.

Los ?Snapshots? son otra de las ventajas clave de la virtualización: gracias
a que una máquina virtual puede tener múltiples versiones de sí misma guardadas
en el tiempo, las empresas pueden guardar copias que saben que funcionan. En el
caso de tener que implementar un parche, se puede probar en un entorno virtual
primero y luego ponerlo en producción. Si surgiera algún problema que afectase a
la máquina virtual, la empresa puede recuperar la versión anterior y utilizarla.

La virtualización también puede usarse para reducir el tiempo requerido por
los tiempos de inactividad programados: gracias a VMotion, las máquinas
virtuales se pueden mover por la infraestructura de una empresa. En el caso de
que algún servidor físico requiera algún tipo de mantenimiento preventivo, las
máquinas virtuales que lo soportan se pueden mover a otros hosts dentro de la
infraestructura virtual mientras se realizan los trabajos. Una vez completada la
tarea, se vuelven a migrar las máquinas virtuales.

Mantener la continuidad del negocio implica entender los procesos de negocio
de la empresa y cómo un fallo del sistema puede ocasionar una reducción de
ingresos y una mala reputación. Mediante la virtualización de la infraestructura
informática, las empresas pueden minimizar estos riesgos y crear un entorno más
flexible. La posibilidad de recuperar el servidor de correo electrónico de forma
rápida gracias a una máquina virtual de respaldo, no sólo ahorra gastos en
hardware y mantenimiento, sino que permitirá al técnico salir de la oficina el
viernes por la noche.

* Alfonso Ramírez es director general de
VMWare España y Portugal