La inyección de tinta sigue teniendo cabida en la oficina. No sólo reduce los costes de impresión con respecto al láser, también aporta una mayor calidad, aunque es algo más lenta.
La inyección de tinta sigue teniendo cabida en la oficina. No sólo reduce los costes de impresión con respecto al láser, también aporta una mayor calidad, aunque es algo más lenta.