Vertiv se constituyó a finales de 2016, partiendo de Emerson (fundada en 1890), a la que se fueron sumando multitud de empresas, entre ellas Ericsson (2000) y Chloride (2010). Hoy cuenta con 20.000 empleados y 28 fábricas a lo largo de todo el mundo: “Somos ante todo fabricantes, desde el diseño de nuestros propios equipos a su fabricación y más allá, el mantenimiento”, señala José Alfonso Gil, Country Manager para España y Portugal. “En España somos 255 empleados, 150 técnicos de campo, distribuidos en cinco oficinas y tres centros de atención”.
Una empresa con más de cien años de experiencia, es una empresa a la que le ha dado tiempo a hacer muchas cosas por primera vez y estar en multitud de frentes: los racks donde se colocan los servidores, los equipos que distribuyen la corriente que entra alterna y sale continua o viceversa, los equipos de alimentación ininterrumpida, los aparatos de aire acondicionado que se encargan de que esté todo fresquito, y puede ser para instalaciones tan pequeñas como uno solo o tan grandes como miles. “Pero más que centro de datos, nos identificamos más con la infraestructura que da soporte al IT, desde unos pocos megas a cientos de teras”, dice Gil. “Por decirlo breve, el móvil que tienes funciona gracias a que hay algún equipo nuestro en algún centro de las teleco que sustenta que su equipo de comunicaciones esté funcionando. Vamos, que la nube no falle”.
Misión crítica, sin duda. Y una gran oportunidad de negocio, porque el mundo está creciendo en el edge y llevando la computación al extremo. Según asegura el director general para Iberia, “tenemos grandes perspectivas de crecimiento, porque lo digital está en todas partes. Y porque lo industrial no siempre funciona en ambientes ideales de higiene aséptica, todo lo contrario, llenos de polvo y bastante perjudiciales para los equipos, por lo que necesitan SAIs más específicos. A través de nuestras distintas marcas, proveemos la infraestructura necesaria para hacer las cosas mejores. Con Chloride, precisamente, a este tipo de SAIs industriales; con Liebert, SAIs monofásicos y trifásicos para centros de datos y aparatos de aire acondicionado específicos, con Netsure equipos PDU onduladores de corriente, y con Trellis software supervisor de todo esto”.
Según datos proporcionados por Vertiv, el tráfico IP global se multiplicará por tres en 2021, alcanzando los 3,5 zetabytes; el tráfico móvil sin embargo se multiplicará por siete, con más de 23.000 millones de dispositivos conectados, lo que equivale a 18 quintillones de bytes al día. De hecho, ya hoy día más del 90% de los datos existentes se han generado en los últimos dos años. Solo en 2018 se han multiplicado por diez las necesidades de almacenamiento respecto a 2016.
“Pero por el contrario, las infraestructuras no se han multiplicado por diez. Estamos en una fase muy incipiente de la llamada Ley de Amara: el impacto de la tecnología en relación a las expectativas humanas al principio es sobrevalorado, pero hay un punto de madurez en el que pasa a ser infravalorada. Respecto al edge computing, resulta que es tan antiguo como las redes”, cuenta Luis Casero, Field Marketing Manager. Y debe ser cierto, si se refiere a cuando hace 30 años empezaron a llevarse esos módem a pedales de 300 baudios (¡14,4 kbps!): entonces había quien se tiraba quince minutos para descargarse una canción de Napster sin pestañear… y eso si tu hermana no se ponía a hablar a la vez con el novio. En la actualidad sería impensable algo que no pase por el streaming, y sin cortes de randerización.
Hoy por hoy, el consumo de datos y el acceso a los mismos son la principal actividad, aunque es mucho más lo que se baja de Internet que lo que se sube. Pero llegará pronto un día en el que se iguale, donde la generación de datos y el análisis ganen fuerza. En la actualidad, de los datos generados, solo el 0,1-0,2% se suben a la nube. Por lo que las necesidades de cubrir la parte de fuera del core no harán más que crecer. En especial, con un crecimiento imparable en el uso de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
“Según un estudio que hicimos en Vertiv publicado en uno de nuestros White Papers, destacamos cien necesidades reales o casos de uso en el uso intensivo de los datos”, cuenta Casero. “Al final por resumir, nos hemos quedado con 24 de ellas, divididos en cuatro arquetipos: aplicaciones con un uso intensivo de datos, aplicaciones cruciales para la vida, aplicaciones sensibles para la latencia humana, y aplicaciones sensibles para la latencia M2M”.
Dentro de las primeras, a día de hoy la distribución de contenidos en alta definición se lleva la palma con el 73% de tráfico IP (dato actualizado, era el 66% cuando publicamos el informe). Netflix, Amazon Video, Youtube, Hulu… hasta el FIFA de la PS4 o el Fortnite o la Realidad Virtual. “En EEUU se está produciendo el fenómeno en estos proveedores de acercarse a los CPD de sus clientes a través de hosting, housing o colocation. De hecho, el 33% del tráfico IP se envía ya desde la misma localidad, y se espera que llegue al 50% para 2020. Obviamente, las razones son evitar retardos y minimizar la latencia. El resto del ancho de banda va a estar dedicado a todo lo smart que se nos viene: domótica, edificios inteligentes, IoT, smart cities, industria 4.0…”, asegura el gerente de marketing de campo.
El segundo arquetipo se refiere a usos como el contenido web, la compra online, la realidad aumentada o el procesamiento de lenguaje natural. “Como decía una premonitoria Carrie Fisher (la princesa Leia en Star Wars) en su libro Postales desde el Filo, ‘el problema de la gratificación instantánea es que tarda demasiado’. Y es que ya no queremos esperar, si tarda algo más, inicialmente nos cabreamos; y si tarda un poco más… abandonas”, dice Casero. Según un cálculo de Google, un retardo de medio segundo (500 ms) causa un 20% de descenso en el tráfico IP; para Amazon, un retardo de solo 10 ms en el proceso de pago puede hacer caer la facturación un 1% (que en la escala de sus ventas, puede supones más de 4.000 millones de dólares al año).
Lo mismo ocurre en las transacciones financieras. Un broker puede perder hasta 4 millones de dólares por cada milisegundo de retardo en el acceso a las cotizaciones de bolsa. Igual de sensible son las subastas de energía en la red eléctrica y el smart grid, u otros escenarios como las operaciones en telemedicina o las simulaciones militares. Otros usos basados en vuelos de drones, fabricación robótica o el coche autónomo demuestran la importancia de la sincronización con el tiempo real.
“El edge es una fuerza disruptiva e imparable, otro paradigma del cambio: o irrumpes, o te quedas fuera; normalmente no hay término medio. Porque no es tanto lo que se ve, como lo que no se ve”, afirma Casero. “Hoy día la periferia (edge) está ganando protagonismo frente al centro (core) porque cada vez hay más equipos conectados y cada vez se producen más datos allí. De hecho, entre las cosas que no vemos, está la necesidad de cubrir una tasa de crecimiento con un incremento del 41% hasta 2025. Habrá modelos emergentes con compañías nuevas hoy desconocidas y un ecosistema aún por configurar, en pos de la convergencia de la computación del core hacia el edge. Usando otra cita, esta del psicólogo Wayne Dyer, ‘cuando cambias la forma de ver las cosas, las cosas cambian la forma en que se ven’”.
Tal como lo pinta Vertiv, el negocio no va a parar de crecer, y hay señales que además indican que van a crecer por el territorio español, pese a que el crecimiento de los grandes polos europeos de centros de datos se está dando en Amsterdam (Holanda), Londres (Reino Unido), París (Francia) o Frankfurt (Alemania). “Somos socios de muchas de esas empresas, y nos dicen qué envidia de país España, y que será su próximo destino. De hecho lo esperábamos para 2018, pero al final no han entrado con la fuerza que esperábamos, lo cual solo indica que se está más próximo a que ocurra”, explica Gil. “Hay muy buenas condiciones para el posicionamiento de grandes CPD (tipo Interxion o Equinix) frente a los medianos, porque tenemos dos puntos de entrada de cables submarinos ya dotados en Bilbao y Valencia, y el nodo de Madrid sería la puerta de salida perfecta para el Norte de África y Sudamérica”.
Según comenta el directivo, estos CPD de misión crítica requieren asegurarse de contingencias al 100% porque no puede parar ni un minuto, por lo que sus necesidades de equipamiento serán grandes. Puede ser una gran oportunidad para la economía española, pero se necesita de la complicidad de las administraciones públicas para que no ponga trabas y aliente la inversión de nuevas estaciones eléctricas, pues estas infraestructuras demandan asegurarse una alimentación continuada. Sin embargo, “se ha calculado que por cada 500 millones de euros de inversión equivalen a 6.000 millones de euros de retorno en la economía. Muchas zonas de España se encuentran saturadas y ya a plena potencia, se necesitarían más estaciones”, asegura Gil.
En otra reflexión sobre el impacto del Brexit, “nadie lo tiene claro en ningún lado. Se piensa que si salen empresas del Reino Unido podrían venir a España muchas de ellas, pero hasta ahora no hemos visto que se estén yendo ninguna corriendo. El mundo digital tiene sus propias reglas”, asegura Casero. “Quizás la llegada del mercado único energético nos pueda ayudar, si tenemos la posibilidad de medirnos por las mismas reglas, España tiene los cables y el suelo más barato”.
Todo esto que hemos visto necesita ser llevado desde los centro de datos a la nube, y desde los extremos a los centros de datos. Sin duda, las previsiones de crecimiento del negocio son muy halagüeñas. Y Vertiv quiere implicar al canal en hacer llegar todas estas soluciones al cliente. “Como dijimos, nosotros no hacemos centro de datos, pero les dotamos de la infraestructura y los equipos de soporte que lo hacen funcionar”, señala Sergio Ferrer, responsable de desarrollo del canal. “Nuestra visión es que se van a desarrollar dos tendencias, CPD cada vez más micros (tipo room o incluso closet) para dar soporte dentro de las empresas a arquitecturas cliente/servidor, y CPD cada vez más macros (tipo colocation e hyperscale) para dar soporte a proveedores especializados que dan soporte a la nube. El edge necesita acercar el CPD a donde se produce el dato, por lo que tendrán que construirse más CPD de todos los tamaños. Y Vertiv suple sus necesidades de v-racks y r-PDU, refrigeración y A/A, SAIs y monitorización de todo ello”.
Es un mensaje que viene de arriba, asegura el directivo, “para cubrir esta demanda creciente nos apoyaremos en el canal, con unas reglas claras y transparentes de compromiso en la comercialización. Los cuatro pilares en los que queremos apoyarnos son el soporte, la formación, las herramientas de marketing y la protección del negocio con el registro de oportunidades”, dice Ferrer. “Todo ello basado en una regla interna de ‘la P de Producto’, clara y sencilla, que ponemos encima de la mesa: lo que está marcado con P determina lo que está dentro o fuera del canal”. Normalmente, lo mostrado con P son los equipos de pequeña y mediana potencia que puede distribuir el canal, y los grandes equipos los que venden directamente.
Pero dependiendo de la tipología del partner, habrá los que se acerquen más o menos a este tipo de P. “Seguimos con los mismos ocho mayoristas que teníamos, entre canal IT y eléctrico, y no vamos a ampliar. Es un mundo que está en plena convergencia y llena de grises, porque la frontera cada vez es más difusa”, señala Ferrer. En la parte perteneciente al canal TI tienen a: Aryan, Esprinet, Ingecom y Vinzeo; y en la del canal eléctrico a: Berdin, Sonepar, Aselcom e Ibersystem.
Todavía se mencionaron un par de tendencias más en el horizonte que pueden redundar en el negocio de Vertiv. “Una tendencia creciente en hogares y negocios es la autogeneración y el autoconsumo eléctrico. El problema es a la hora de gestionar las frecuencias y la tensión para almacenar energía en baterías y estabilizar la red; se necesitan equipos UPS adaptados y el software específico”, señalan. En EEUU, Australia o Alemania es un fenómeno más común, aunque en España han iniciado un proyecto.
Otro perfil de empresas usuarias de sus equipos a parte de los centro de datos: “cualquiera que necesite llegar lo más cerca a los hogares de sus clientes con datos, por tanto, principalmente operadoras de telecomunicaciones. No solo llegar con fibra, sino con servidores, TV de pago, neveras haciendo la compra, 5G de última milla. Los activos igual no pertenecen ya a las telecos, sino a los fabricantes que les venden un servicio de transmitir y recibir datos. No tanto Telefónicas o Vodafones, como Siemens, Nokia Samsung o Huawei”.
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