VeriSign va a reducir significativamente su volumen para concentrarse en sus dos negocios principales: la gestión de direcciones web, donde es el mayor gestor del mundo, y la seguridad web. La compañía mantendrá también programa de protección de identidad, que asegura la privacidad de los usuarios.
Todavía está en el aire la venta de sus servicios que ayudan a las operadoras de telefonía y a las televisiones a entregar mensajes, música y vídeo. El resto de actividades de la compañía, incluida su unidad de comunicaciones, se pondrá a la venta.
William Roper, CEO de la compañía citado por Bloomberg, afirma que “éstos son buenos negocios. El grupo está bien gestionado y es rentable, pero no encaja con nuestro negocio principal. Otros están interesados en él, y nosotros estaremos mejor sin él.”
Ocho meses de análisis han hecho falta para que VeriSign tomara esta decisión. Las ventas de la compañía se han ido ralentizando a medida que las operadoras de telefonía le comían terreno. La compañía espera en el actual trimestre unas ventas de 375 millones de dólares (257 millones de euros), por debajo de las estimaciones previas.
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