Tras varios trimestres oscuros, las ventas de tabletas en Europa comienzan a ver la luz
Las marcas que más convencen en Europa occidental para tabletas son, por este orden, Samsung, Apple, Lenovo, Acer y Asus.
El mercado europeo de tabletas quiere frenar su descenso. Tras varios trimestres en caída, parece que las ventas de estos dispositivos en los países de Europa occidental se están recuperando.
Según informa la consultora IDC, durante el primer trimestre del año se consiguieron distribuir algo más de 7,1 millones de tabletas, lo que significa una caída de menos del 2 % frente a los 7,2 millones del Q1 de 2016. IDC habla de “ligera contracción interanual”, que se sitúa concretamente en el 1,7 %. Aunque sigue siendo un número negativo, es mejor que el que se esperaba y los analistas lo ven como muestra de la capacidad de recuperación de las tabletas.
La compañía que más tabletas ha colocado en la región durante el periodo analizado es Samsung, con cerca de 1,9 millones. Le siguen Apple con más de 1,5 millones de iPad y Lenovo con unas 553.000 tabletas. En el top 5 salen también Acer y Asus, con 301.000 y 281.000 unidades respectivamente.
Cabe señalar que el segmento comercial experimentó un crecimiento del 5,4 % en tabletas, gracias a los dispositivos con teclado basados en Android e iOS. Además, las tabletas desmontables mejoraron en general un 5,8 %. También se ha producido una mejoría en lo que respecta a las tabletas slate basadas en Android, cuyas ventas se han incrementado un 4,8 %, en lo que es su primer crecimiento interanual desde el tercer trimestre del año 2014.
Lo que se ha ralentizado es la adopción de desmontables Windows. Pero, “a pesar del débil Q1 de 2017, la categoría de desmontables Windows seguirá avanzando”, predice Daniel Gonçalves, analista de investigación de IDC Western Europe Personal Computing Devices.
“Este factor de forma es ideal para muchos escenarios de uso y se adapta perfectamente a las necesidades de movilidad de los profesionales móviles hoy en día”, observa Gonçalves. “Es sólo cuestión de tiempo hasta que veamos acelerarse el número y el ritmo de los despliegues”.