En función del tipo de foto que queramos hacer y del entorno en el que nos encontremos, podemos elegir entre las opciones que nos da la cámara digital para lograr muy buenos resultados.
Las cámaras digitales compactas tienen siempre por defecto la opción de control automático, que es el modo en que la cámara calcula la velocidad de obturación, el balance de blancos, la apertura del diafragma? adaptando estos parámetros a la luz ambiente.
Es una opción muy cómoda si no queremos ponernos a calcular la luminosidad y otros aspectos antes de hacer la foto; si queremos conseguir mejores resultados podemos usar los modos semiautomáticos que incluyen algunas cámaras digitales compactas, como las Kodak, Nikon o Sony
Normalmente, en las cámaras digitales compactas buenas encontraremos 5 modos de disparo en la rueda de selección. El modo Automático generalmente viene señalado con un pequeño dibujo de una cámara en color verde. El modo Manual, donde podemos controlar todos los parámetros se designa por una M. Entre estos dos extremos se encuentran los tres modos semiautomáticos: El modo el Programa con la letra P, el modo Prioridad de diafragma con una A Aperture– y el modo Prioridad de obturación o de velocidad con una S Speed–
El modo P, Programa, nos permite controlar únicamente la sensibilidad ISO, el flash y el la compensación de la exposición, es decir, la iluminación general de la toma.
El modo A, la prioridad de diafragma, nos permite regular la apertura del diafragma y la cámara elige automáticamente la velocidad de obturación para que la foto salga expuesta correctamente. Esto sirve para controlar la profundidad de campo: cuanto más abrimos el diafragma el enfoque se hace más concreto (quedando desenfocado lo que no esté en primer plano), y cuanto más cerrado esté, habrá mayor profundidad de campo y el enfoque será más general (muy útil en paisajes).
El modo S, la prioridad de obturación o de velocidad, nos permite controlar la velocidad de obturación y la cámara ajusta automáticamente la apertura del diafragma. Es útil cuando tomamos fotos en movimiento, de forma que fijamos una velocidad de obturación rápida y la cámara hace el trabajo de ajustar la apertura para compensar la velocidad.
La próxima vez que vayas a hacer una foto no tengas miedo de probar los ajustes semi manuales y verás que consigues resultados sorprendentes.
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