Usar una cueva costera como amplificador de señal
Hay quien se va de vacaciones al quinto pino (afortunados ellos). Claro, según el paraje y lo alejado que esté, nos podemos topar al llamarle al móvil con un nasal y fingidamente amable “piiii. El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura. Inténtelo de nuevo más tarde”. Eso siempre que no se le ocurra utilizar una cueva costera como amplificador de señal. Descubre la historia tras dar un salto.
Todo empezó cuando Joel Johnson, de Gizmodo USA, estaba cruzando por mar las Islas del Canal del sur de California. Por aquello parajes, los teléfonos móviles funcionaban intermitentemente, en el mejor de los casos. En la mayoría, no funcionaban en absoluto.
Entonces, un día en el que el mar estaba totalmente en calma, el capitán del barco decidió aprovechar la situación y dirigir la embarcación al interior de Painted Cave, una gigantesca cueva costera que podéis ver en la imagen superior (dicen que es la primera o segunda más grande del mundo, o quizá la más larga).
Tan pronto como el navío se introdujo en la cueva, los allí presentes sacaron sus móviles (equipados con cámara) para hacer unas cuantas fotos a la entrada vista desde dentro, situándose para ello en popa.
Y de pronto, ¡ding-ding! Mensaje de texto recibido. Simultáneamente todos los demás móviles empezaron a recibir mensajes o avisos de llamadas perdidas. En el interior de la cueva había cobertura, y Joel Johnson está convencido de que es por la forma de la cueva (al fin y al cabo, sería muy raro que en su interior hubiera más cobertura que en el exterior).
Si es cierto, ya sabéis un truco de supervivencia en caso de no tener cobertura: si os situáis en el centro de una estructura con forma cerrada, estilo antena parabólica gigante, quizá podáis llamar. — Javier G. Pereda [Gizmodo USA]