Los ataques DDoS conforman una de las ciberamenazas más extendidas a lo largo y ancho del panorama informático internacional, por lo que poco a poco se han tenido que ir desarrollando tecnologías de defensa como los propios servicios anti-DDoS.
Esto es lo que ha ocurrido recientemente, cuando un cliente de la plataforma de seguridad Incapsula, que trabaja precisamente con este tipo de situaciones, comenzó a ser bombardeo por un ataque DDoS DNS.
Dicho ataque, calificado de “masivo”, llegó a alcanzar los 25 millones de paquetes por segundo, según se ha explicado ahora.
Pero lo más curioso de todo es que éste se realizó a través de los servidores que pertenecían a “otros dos proveedores de servicios anti-DDoS, uno basado en Canadá y otro en China”.
A pesar de lo sorprendente del caso, desde Incapsula no lo consideran como algo aislado sino como “una nueva tendencia” con potencial para “poner en peligro incluso las infraestructuras de red más endurecidas”. ¿Estará en lo cierto?
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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