Uno de cada cinco hogares hace la compra por Internet
Según un estudio realizado por Kantal Worldpanel, el 17% de la población ha hecho la compra de gran consumo por internet.
Se trata de un crecimiento gracias al impulso que han dado los hogares jóvenes y monoparentales, que han realizado el 42% de todo el gasto registrado en el canal online en 2010.
La comodidad que supone el envío a domicilio de las compras, se ha interpuesto al gasto adicional que puede generar. Se trata de una herramienta perfecta para personas con movilidad reducida o que, por cuestiones de tiempo, no pueden acercarse al supermercado.
Según se desprende del estudio, la mitad del gasto se destina a productos de alimentación y bebida envasada. Y es que la concepción de que los productos frescos pueden deteriorarse si se hace una compra a domicilio, está muy extendida, aunque va en detrimento.
Los consumidores están dando una oportunidad a este nuevo canal de compra. Y parece que el tiempo les está dando la razón. Las compras online han crecido 9,4 puntos con respecto a 2008 y se prevé que lo sigan haciendo.
Los expertos afirman que la llegada de las primeras cadenas de supermercados con servicio exclusivo a través de la red está al caer. En EE.UU., la cadena Alice, que sólo proporciona sus servicios online, ha gozado de un gran éxito y ya está plenamente integrada en la sociedad.
Pero aún queda mucho por hacer. El 83% de la sociedad aún no ha elegido la red como canal preferido de hacer las compras del día a día.
Parece evidente que el éxito de estas fórmulas no depende tanto de la calidad de la oferta como de la mentalización de quien la demanda y de su aceptación en la sociedad. Quienes hoy son reticentes a la utilización del servicio, probablemente se vean obligados a prestar atención a esta industria. La escasez de tiempo y las ventajas que se ofrecen para optimizarlo, son un dulce al que muy pocos podrán resistirse.
Aquellas imágenes que se atribuían a películas de ciencia ficción, donde los personajes pedían a través de teléfonos móviles, sin moverse de su casa, cualquier tipo de objeto a domicilio, es ya real. De momento, los repartidores son de carne y hueso, aunque quién sabe, en un futuro podrían ser sustituidos por otros de acero y cables.