La Universidad tiende un puente a los emprendedores

Primer clasificado: Un sistema de fachadas transparentes para el ahorro energético

El ganador de la competición fue un proyecto de fachadas transparentes de alta eficiencia energética. Sacar adelante el sistema F²TE³ y comercializarlo en menos de dos años es el principal objetivo para un equipo interdisciplinar compuesto por arquitectos e ingenieros informáticos de la UPM. “Se estima que en cinco años podríamos disponer de una cuota de mercado de 5,6 millones de euros”, anuncia  Luis Alberto Alonso, investigador de la UPM y fundador del proyecto.

Más del 40% de la energía que se consume en Europa se debe a las edificaciones. Los sistemas de aislamiento convencionales no resuelven este problema e incluso lo agravan. “F²TE³ se trata de un sistema de fachada que permite el diseño mediante formas libres arquitectónicas. Con 3,5 cm aísla lo mismo que un muro de 30 cm”, explica Alonso, para quien el premio “significa un respaldo fundamental tanto al sistema y a la investigación realizada como a una idea de negocio. Además, otorga una visibilidad difícil de alcanzar por otras vías”.

Tras activar la empresa, se procederá a la fase de industrialización. Por ello, la tecnología debe madurar y se tiene que verificar que los resultados son los deseados. Según Alonso, “en menos de dos años se podría empezar a comercializar el sistema. La internacionalización sería el objetivo a largo plazo. Para llamar la atención de un inversor no debemos dejar de ser nosotros mismos”.

El fundador del sistema F²TE³ opina que la Universidad es un buen lugar para emprender, pero existen muchos riesgos en lo referente a la transferencia tecnológica y a la financiación. “El  Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) es la undécima potencia mundial porque las grandes empresas tienen una estrecha relación con la investigación que se realiza allí”.

Alonso confiesa desconocer el secreto del éxito, aunque aspira a encontrarlo. “Cada empresa es un organismo vivo. Debe encontrar su ecosistema y adecuarse”. Al mismo tiempo, alerta de que “emprender en España resulta muy difícil, ya que suelen ponerte la zancadilla. Si no se dispone de financiación, ni de ayudas, ni de mercado, muy pronto podemos encontrarnos con una especie de burbuja del emprendimiento”.

Finalmente, este doctor en Arquitectura aboga por un vínculo más estrecho entre la universidad y las empresas. “Las universidades son lugares muy rígidos y jerarquizados. La interdisciplinaridad resulta fundamental en el desarrollo de ideas”. Para Alonso, la investigación constituye el mejor motor para salir de la crisis y, en España, “la estamos desguazando. Dejamos que nuestros investigadores emigren con toda su línea de investigación a precio de saldo”.