Una capucha con altavoces integrados: Hood.e (pronúnciese JODE)


La historia de esta idea de Tim Dubitsky es tan tierna como la de la niña de Rajoy, dicho sea sin intención, ni segunda ni mala: su sobrino iba todos los días al cole con unos cascos pegados a sus orejas que le permitían inhibirse del resto del mundo en ese momento difícil. Pero el paseo podía ser peligroso para alguien que no oyera los pitidos de los coches en calles de mucho tráfico y muchas prisas, así que su amable tío, casualmente diseñador, decidió que era una buena idea integrar unos altavoces en la capucha para qu la inhibición no fuera total y los ruidos más importantes del exterior llegaran a oídos del chaval. Así el niño podría crecer y desarrollarse en buen estado de salud, si pasamos por alto los tubos de escape de los coches. De paso, le da un aspecto Assassin’s Creed que a cualqueir chaval le sienta de maravilla. [Hood.e vía Core77]