Una red en casa
Según IDC, las nuevas aplicaciones y los dispositivos de consumo harán crecer las redes en los hogares.
El futuro se presenta halagüeño para aquellos consumidores que quieren crear su propia red en casa. El futuro está cercano.
La firma de investigación de mercado IDC espera que la base instalada de casas con una red, en todo el mundo, crezca desde los 37 millones de hogares en 2003 hasta cerca de los 111 millones en 2008. Y está claro que para que esto ocurra deben abaratarse los precios, crecer el número de dispositivos susceptibles de poder conectarse a esa red y que éstos sean más fáciles de conectar.
Abrir conexiones de banda ancha entre los ordenadores personales y compartir archivos e impresoras ha conducido, hasta ahora, a la adopción de redes dentro de los hogares, y éstas continuarán siendo las principales aplicaciones a lo largo de todo el preriodo estudiado. No obstante, la conexión de redes está llegando a convertirse rápidamente en una característica integrada en muchos dispositivos electrónicos, como equipos de música y teléfonos, incrementando el valor tanto del equipo en sí mismo, como del contenido almacenado o reproducido por el dispositivo.
La adopción de las tecnologías siempre han sido dirigidas por las aplicaciones, y las redes de los hogares no son una excepción. Los consumidores adoptan una red con el objetivo de realizar determinadas tareas y no sólo por tenerla. En el momento en que los dispositivos sean cada vez más fáciles de conectar y incluyan más capacidades, aparecerán nuevos usos para ellos dentro de una red en casa.