Una de cal y otra de arena para Microsoft
La compañía de Redmond afronta la multa impuesta por la Unión Europea al tiempo que da una fecha para el lanzamiento de Windows Vista.
Por fin se conoció la multa que los de Bill Gates deberán pagar. Desde hace uno cuantos años las presiones sobre la compañía se han acrecentado desde todos los rincones: algo lógico para la firma que está en el ojo del huracán del software mundial. Pasaron de una competencia comercial en la que fueron marcando las pautas y dejando en la cuneta a muchos, a enfrentarse con gobiernos y entidades supranacionales por cuestiones sutiles que amenazaba la libertad de elección del consumidor.
Durante los años de los pleitos hemos visto cómo Microsoft ha utilizado todo tipo de recursos para evitar las sanciones desde un lobby en Washington hasta recursos judiciales, aunque la larga lucha sólo ha servido para mitigarlas en parte. La de la Unión Europea ha sido una de las más polémicas por el enfrentamiento directo entre ambas partes.
Sin embargo no todo son pesares para Microsoft. Aunque se ha visto envuelta en juicios que hubieran paralizado a otros, las dimensiones de la compañía permiten dar continuidad a los planes empresariales. Ninguna versión de todo su software se ha visto gravemente obstaculizada por los pleitos (aunque ello no quiere decir que siempre se hayan ajustado a las fechas de lanzamiento). Se les ha obligado a modificar características y así lo han acatado. La fecha del lanzamiento de Windows Vista abre un nuevo ciclo en la firma y permite aliviar las heridas de la multa. La mirada de Microsoft, a buen seguro, ya se centra en el horizonte de enero.