Una empresa inteligente en lo social es aquella que tiene un plan a largo plazo y unos objetivos muy marcados. No se trata sólo de lanzar algo a la red. “Ya ha habido tiempo para la experimentación”, dice Charlene Li en una entrevista en Expion, “ahora hay una necesidad de ser inteligente en esto”.
Una de las principales expertas en social media alerta de que muchas empresas confunden sus tácticas del día a día en redes sociales con las estrategias, que son lo verdaderamente importante.
Invita a las empresas a “crear una visión de aquí a tres años”, y a plantearse cuáles serán los cambios, los retos y las relaciones con sus clientes entonces.
La experta es una firme defensora de que una relación fluida y transparente con los clientes a través de las herramientas sociales se traduce en beneficios económicos, aunque admite que el verdadero reto es lograr medir las relaciones con los clientes y trasladarlos a métricas sólidas.
Matiza, sin embargo, que el éxito de una compañía en el ágora digital no se mide por la cantidad de retuits o menciones. Lo importante es “marcar la diferencia”. Lo social no tiene que ser el núcleo del negocio, pero hay que saber integrarlo y conocer cómo marcar destacar.
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