Una biblioteca externa de gaming para evitar desinstalar juegos
Eun-Kyung Hong, senior product manager de la división de productos de almacenamiento de Toshiba Electronics Europe.
Aunque actualmente los juegos a menudo consumen varias docenas de gigabytes de espacio de almacenamiento, hasta las consolas de últimas generación están escasamente equipadas con almacenamiento. Si no quieres desinstalar juegos que te gustan o quieres disfrutar de ellos con tus amigos sin soportar largos tiempos de descarga, la mejor opción es es un disco duro externo para gaming.
En el lanzamiento de sus nuevas consolas, Microsoft y Sony se centran en las mejoras de rendimiento, nuevas funcionalidades y títulos exclusivos, pero el espacio de almacenamiento de la Xbox o la PlayStation apenas se menciona ya que están equipadas con uno mínimo, incluso las de última generación. Ni la Xbox Series ni la PlayStation 5 ofrecen más de 1 TB de almacenamiento utilizable, lo que obliga a los jugadores a tomar decisiones difíciles sobre qué juegos instalar y cuales eliminar para hacer espacio a los nuevos títulos.
La razón se encuentra en que la demanda de espacio de almacenamiento de los juegos ha crecido enormemente en los últimos años con muchos títulos populares que ocupan varios gigabytes y algunos juegos top incluso 50 GB o más. El archipopular Red Dead Redemption 2, por ejemplo, ocupa casi 90 GB en la PlayStation.
Esta realidad contrasta con el hecho de que los usuarios que tienen muchos juegos o les gusta probar los nuevos tendrán que lidiar en poco tiempo con restricciones de capacidad y esto es especialmente cierto porque el espacio de almacenamiento disponible no puede utilizarse en su totalidad ya que las actualizaciones del juego requieren de almacenamiento disponible para su descarga e instalación. A este respecto, la PlayStation es, en particular, especialmente devoradora de espacio y cuanto más voluminosos son los juegos, mayor es la necesidad de capacidad libre para las actualizaciones.
La forma más fácil de ampliar el almacenamiento en las consolas nuevas y antiguas es mediante el uso de discos duros externos USB. Ofrecen varios TB de espacio adicional sin que el usuario tenga que abrir la carcasa de su consola para reemplazar el original. Y aunque al menos las Xbox Series X y S tienen una ranura para una tarjeta de expansión SSD, solo puede reacondicionarse 1 TB. Los discos duros externos ofrecen mayor capacidad y a precios más bajos, también si se comparan con los SSD externos. Mientras que un SSD externo de 2 TB tiene actualmente un coste de más de 200 euros, los discos duros externos USB con 4 TB están disponibles por menos de 100 euros. Además, los discos duros USB también son una solución adecuada para los gamers que juegan en un portátil cuando no tienen bahías libres o simplemente no quieren lidiar con la instalación de una nueva unidad de almacenamiento.
USB rápido, un imprescindible
En principio, las consolas actuales de Microsoft y Sony pueden manejar discos duros externos formateados con exFAT y soportan al menos USB 3.2 Gen 1 (antes conocido como
USB 3.1 Gen 1). El estándar USB rápido garantiza que no existan largos tiempos de carga al iniciar los juegos, construir nuevos niveles y reproducir secuencias de video. Sin embargo, los fabricantes de discos duros también ofrecen versiones de sus unidades especiales para juegos que garantizan la compatibilidad y que cuentan, además, con carcasas más estilosas y robustas que los discos duros externos básicos.
Con este próposito, algunas unidades cuentan con firmware especialmente adaptado que evita que el disco duro entre en modo de suspensión. De esta forma, las sesiones de juego pueden retomarse sin problemas después de un descanso, sin tiempos de espera o el molesto stuttering durante la reproducción.
Con un tamaño medio por juego de 36 GB, un disco duro externo de 4 TB puede contener alrededor de 100 juegos, además de partidas guardadas, avatares y trofeos. Sin embargo, sólo los juegos de las antiguas generaciones de consolas pueden reproducirse directamente desde el disco duro. Por lo tanto, los propietarios de Xbox Series X y S, así como de PlayStation 5, deberían almacenar principalmente sus juegos clásicos más apreciados y mantener el almacenamiento interno libre para nuevos títulos. Por ejemplo, los muchos juegos de PS4 en la suscripción “PS Plus” son ideales para discos duros USB.
Incluso si los nuevos títulos para Xbox Series X y S, así como para PlayStation 5, no pueden reproducirse desde discos duros externos, sí pueden almacenarse. Microsoft y Sony soportan el movimiento de juegos del almacenamiento interno al externo y de esta forma, si el espacio de espacio interno se agota, puede crearse rápidamente. Moverlo más tarde es mucho más rápido que la descarga y reinstalación normales del juego y, además, no consume ancho de banda.
Con tus juegos en el bolsillo
Los discos duros especiales para gaming y otras unidades externas USB en formato de 2,5 pulgadas no requieren de una fuente de alimentación adicional. Además, estos discos son ligeros y compactos, lo que hace fácil su transporte. De esta forma, los usuarios pueden llevar con ellos su biblioteca de juegos en sus visitas a amigos o continuar las sesiones de juego conjuntas en lugares diferentes.
Otra ventaja se encuentra en que se evita la tarea tediosa de descargar varias docenas de gigabytes de paquetes de juegos grandes y es posible comenzar a jugar de inmediato tras la conexión de la unidad de almacenamiento externo al puerto USB de la consola. Basta con iniciar sesión con la cuenta de Xbox Live o PlayStation Network y los juegos en el disco duro estarán disponibles en la nueva consola.