Un oficial mexicano acusado de robar BlackBerrys de la Casa Blanca

Rafael Quintero Curiel, que coordinaba a los periodistas mexicanos que siguen al presidente, se las tuvo que ver con el Servicio Secreto en el aeropuerto de Nueva Orleans y luego con los funcionarios mexicanos una vez que regresaron a sus hogares.

Quintero, que fue “cazado” por video cámaras de vigilancia, alegó en su defensa que todo fue un malentendido. “Que recogió los aparatos, preocupado que se quedaran olvidados fuera de la mesa de negociaciones (es norma dejarlos fuera de las reuniones) con el solo fin de devolverlos a sus propietarios”.

Burda excusa que no ha convencido a los funcionarios mexicanos que “lamentan profundamente” el incidente.

vINQulos
CNET