Un dominio propio de Facebook bien merece un madrugón
Días atrás la página de Facebook mostraba un mensaje en su parte superior para avisar a sus abonados de que a partir del sábado podrían hacerse con su propio dominio personalizado de forma gratuita, trascendiendo de las clásicas url con números sin sentido.
Con el argumento del “yo lo vi primero” la plataforma daba la posibilidad a los usuarios de obtener la dirección con su nombre, antes de que otros, llamados como él, hicieran lo propio. Si la veda para los registros se abría en Nueva York en la medianoche del sábado, por la diferencia horaria en España había que madrugar o ponerse frente al ordenador tras una noche de francachela, dado que la cita establecida para el cambio eran las 7 de la mañana.
Sin embargo, Facebook no ponía las cosas tan fáciles como pudiera parecer en un principio. Tras el pistoletazo de salida para el registro no sólo desaparecía el mensaje de aviso de la página principal, sino también cualquier alusión a la iniciativa. El proceso activo de cambio requería tirar de buscador para acabar llegando al espacio http://www.facebook.com/username/ donde debía introducirse la dirección a gusto del abonado. Un mensaje advertía de que ya no habría marcha atrás: “Una vez elegido, no podrás cambiarlo o transferirlo”.Conseguido. Ningún otro Alberto Payo del mundo, ni siquiera los estadounidenses, han sido tan madrugadores.
La operación parece haber resultado un éxito. Según ha comunicado un portavoz de la compañía de Zuckerberg a Bloomberg, ya en los primeros 15 minutos más de 500.000 adeptos a la red habían registrado sus dominios, llegando al millón en la primera hora y a los 3 millones medio día después de la hora H. Las cifras son muy positivas teniendo en cuenta de que Facebook cuenta con unos 70 millones de usuarios en Estados Unidos y más de 200 en todo el mundo.
“Es gratificante ver que tantas personas están interesadas en obtener un nombre de usuario,” señalaba el portavoz Larry Yu en una entrevista telefónica. “Mientras que el tráfico hacia el sitio fue mayor de lo habitual, la introducción de la función se desarrolló sin contratiempos”.
Al margen de la egolatría que supone obtener una dirección con nombre propio, esta nueva posibilidad, escogida, siempre activamente por el usuario, puede ayudar a mejorar el posicionamiento de los perfiles en los resultados en las búsquedas online, lo que resulta interesante para aquellos abonados cuyo negocio fundamental se sustenta en la red en particular y en las TIC en general.