La barra se despliega en 70 milisegundos gracias a una ballesta impulsada por una bobina hecha con una aleación especial que recupera su forma original cuando recibe un impulso eléctrico. La estructura reduce la penetración, con perdón, de un objeto exterior más de 7 centímetros, así como la velocidad y la violencia del choque. — Rafa M. Claudín [New Scientist]