Imagina que aparcas un flamante Jaguar XJ en pleno distrito financiero londinense mientras atiendes unas gestiones en la City. Hace un día despejado y el sol brilla sobre la capital del Támesis. Has estacionado adecuadamente en zona autorizada e incluso has pagado el parquímetro y dada la seguridad policial de la zona no es de esperar un acto vandálico que ponga en peligro la integridad de tu lujoso automóvil. Pero cuál es tu sorpresa al regresar y encontrarte la luneta trasera totalmente retorcida hasta salirse del marco de la carrocería.
Buscas un culpable tratando de distinguir alguien que huye con un soplete de acetileno a cuestas, o en su defecto un lanzallamas, pero en realidad el causante está tras de ti, alzándose impasible con sus inacabables pisos de acero y cristal en una forma curva lo suficientemente apropiada como para que, con un poco de mala suerte, hayas situado tu coche en medio de un mortífero haz de luz solar multiplicada por esas cuestiones ópticas de la reflexión y la consiguiente concentración del calor de la luz, un poco al estilo de lo que cuentan los historiadores que consiguió Arquímedes en Siracusa para prender fuego a distancia a la flota enemiga.
La “víctima” ha sido el hombre de negocios Martin Lindsay que tras sólo una hora con su coche aparcado bajo el reflejo de los rayos solares dirigidos y concentrados desde el edificio del número 20 de Fenchurch Street, ha encontrado su vehículo de esta guisa que se muestra en la imagen, con la luneta trasera retorcida tras haberse medio fundido, separándose del chasis del marco. También el retrovisor sufrió lo suyo y ha quedado algo deformado.
Y no ha sido el único vehículo afectado, una furgoneta perteneciente a un instalador de aire acondicionado que estaba estacionada en el “radio de acción” del edificio también sufrió este ataque solar, con su conductor encontrándose al regresar que toda la parte izquierda del salpicadero se había fundido… pero incluso los viandantes están sufriendo el efecto cegador de los reflejos del edificio, conocido popularmente como el walki-talki por su forma pero que pronto podría ser rebautizado como la lupa por sus efectos.
Por el momento las autoridades municipales han prohibido el estacionamiento en tres plazas de aparcamiento que parecen ser las receptoras de la concentración más peligrosa de los rayos solares reflejados por el edificio.
vINQulos
En España más de 260.000 personas sufren algún tipo de discapacidad intelectual. Tecnologías como la…
Salesforce presenta Agentforce 2.0, la plataforma digital que transforma el trabajo empresarial con agentes de…
Estas tendencias giran en torno a la resiliencia de los datos, la ciberseguridad, el puesto…
Linda, el innovador asistente de IA desarrollado por Bewe Software, ha sido galardonado como Caso…
Bajo el lema Mindset of Motion, defiende que las personas puedan experimentar el potencial de…
Será el primer terminal OnePlus con doble certificación IP68 e IP69.