Un informe del FBI desvela más secretos sobre Steve Jobs

El difunto fundador de Apple fue sometido a una revisión de antecedentes a finales de los ochenta.

La figura del fallecido Steve Jobs resulta fascinante para millones de personas en todo el mundo. Su personalidad repleta de aristas, su genialidad a la hora de idear productos, su visión mercantil con el trasfondo hippie de su juventud,… Usuarios de Apple o no, a casi nadie deja indiferente. Y es por esto por lo que ha causado tanta expectación el informe del FBI sobre él que ha salido a la luz.

El archivo, que data de finales de la década de los ochenta, consiste en una revisión de antecedentes a la que se sometió Jobs. Según señala Walter Isaacson en la biografía que escribió sobre él, este procedimiento fue motivado por los acuerdos que habían alcanzado Pixar y la agencia de inteligencia, con el fin de esta última pudieran emplear sus equipos de renderización con información de vuelos de reconocimiento y satélites.

Una de las preguntas que le formularon fue sobre la manera en la que podría ser susceptible de chantaje, y el fundador de Apple señaló un posible secuestro de su hija ilegítima. Jobs añadió que, en cualquier caso, esta acción sería con el fin de blanquear “capitales, no porque yo pueda tener acceso a material clasificado Top Secret”.

Otra de las cuestiones que abordó Jobs fue la relativa a una detención que sufrió en 1975 en Oregon, y de la que no había informado. El difunto fundador de Apple afirmó que se debía a que no la había dado importancia porque se debía al impago de una multa por exceso de velocidad. Pagó los 50 dólares correspondiente y el asunto quedó finiquitado, según explicó con sus propias palabras y que recoge Wired.

El informe desvela además diferentes focos de interés del FBI en la figura de Jobs, como el consumo de LSD en su época de estudiante, la etapa en la que comercializó el Blue Box (un sistema para realizar llamadas a larga distancia de manera gratuita), o una visita que realizó en 1985 a la Unión Soviética.