Un dormitorio de altos vuelos
Un anónimo aficionado a la aviación comercial ha decidido convertir su dormitorio en algo que va más allá de la Primera Clase de cualquiera de esos Airbus 380 o incluso de un jet privado.
La cosa es bien sencilla, consigues un poster gigante del cockpit de un avión de línea comercial a tamaño más grande incluso que el real, lo colocas sobre la cabecera de la cama y puedes imaginar que surcas el firmamento son sufrir el síndrome de la clase turista, durmiendo a pierna suelta, sin soportar baches aéreos ni turbulencias, con un cuarto de baño con ducha y todo para ti solo, sin que la azafata venga a decirte que apagues tu cigarrillo o a envenenarte con un presunto zumo de naranja que podría servir como desatascador industrial, y lo que es más importante, sin que te pierdan las maletas y sin huelgas de controladores aéreos.
SI te van más los viajes privados también se puede encontrar el poster de la cabina de una avioneta Cessna. A fin de cuentas en los dormitorios siempre es bienvenida la intimidad.
Además puedes dejar que tu pareja elija pasillo o ventana, de hecho incluso le puedes dar a elegir pasillo o balcón, si tu dormitorio cuenta con uno. Solo hay una pega. No te van a dar prensa gratis y cuando salgas por la puerta estarás en el mismo aeropuerto que cuando entraste a tu particular cabina aérea. Pero consuélate, seguro que no hay retrasos siempre que recuerdes poner en hora el despertador. ─Antonio Rentero [Unplggd]